Fue un sábado por la tarde particularmente borrascoso cuando comenzó el viaje desde el banco de Filadelfia del río Delaware hasta Camden, NJ. En tres meses, los artistas colombianos Adrián Hueso y Salomé Cosmique planificaron una caminata simbólica a través del Puente Ben Franklin que llamaron "Cuerpos al Vacío".

La presentación, de una hora y media el 27 de abril, destacó las experiencias de los inmigrantes que cruzan la frontera sur de los Estados Unidos. Su inspiración vino de los niños que se hallan en el centro del caos.

"Nos vimos conmovidos cuando vimos en las noticias que todos los niños fueron capturados y detenidos en la frontera", dijo Hueso.

Para Hueso y Cosmique, estos niños se reducen a una forma corpórea al seguir a sus padres hacia los EE.UU.

"Los cuerpos de los niños son transportados a través de la frontera sin una opción", dijo Hueso.

Con la forma física en el centro de la actuación, Cosmique y Hueso recolectaron rocas de toda la ciudad para representar a cada niño y les ataron globos para capturar la inocencia de la infancia.

En pasos lentos y deliberados, los artistas hicieron el viaje de casi una milla a través del puente Ben Franklin en silencio.

Hueso apretó una mochila llena de piedras contra su pecho y Cosmique sostuvo un surtido de globos sobre su cabeza. Cada par de metros, la pareja se detuvo para colocar un globo anclado en la tierra para marcar su viaje a través de la frontera entre Pennsylvania y Nueva Jersey.

Muchos de los globos se perdieron ese día en el vórtice del viento sobre el río Delaware. Es comparable a los muchos niños migrantes perdidos en centros de detención a lo largo de la frontera, separados de sus familias por un vórtice burocrático aún más desalentador.

El Departamento de Seguridad Nacional no ofrece números actualizados sobre la cantidad de niños migrantes detenidos en la frontera, pero The New York Times estimó que había alrededor de 15,000 en diciembre de 2018. También hubo aproximadamente 1,500 que no fueron contados.

Si bien los artistas se enfocaron en la inocencia de los niños, es un mensaje con el que los inmigrantes de todas las edades pueden identificarse.

Ambos artistas también recurrieron a sus propias experiencias como inmigrantes para la actuación.

Además de Colombia y Filadelfia, Cosmique también ha vivido en Francia y Puerto Rico. Asimismo, sumado a su trabajo como artista del performance, también trabaja como traductora para el Distrito Escolar de Filadelfia, una labor que la pone en contacto diario con los niños perdidos en sus nuevas realidades americanas sin que nadie, incluidos sus padres, pueda pedir ayuda.

"Muchos de aquellos con quienes trabajo provienen del campo en sus países de origen y es mucho para ellos venir a una ciudad al sur de Filadelfia", dijo Cosmique.

Hueso, por su parte, lleva cuatro meses en su primera etapa fuera de su hogar en Colombia. Si bien la decisión de venir fue suya, una gran parte de su experiencia ha sido usar su yo físico para salvar la barrera del idioma.

"El cuerpo es una forma de comunicarse", dijo Hueso.

Como artistas, un performance es la dimensión más física a la que pueden llegar. Su recepción y posterior impacto es donde reside el poder. Hueso no cree que "Cuerpos al Vacío" tenga ningún poder transformador en el momento, pero lo que se forme después podría tener un impacto.

"Nuestro rol como artistas es generar preguntas y ofrecer visibilidad a temas de otro lado", dijo Hueso.

"Cuerpos al Vacío" fue una demostración pacífica de una experiencia que se desarrolla diariamente en la frontera sur de los Estados Unidos, pero es una experiencia que la mayoría de los antepasados ​​de los estadounidenses también experimentaron en algún momento para terminar hoy donde están.

Cosmique dijo que le encanta escuchar los diferentes idiomas de la población diversa de Filadelfia a diario. Para ella, esta dinámica es parte integral de la riqueza de los EE.UU.

"Todos somos inmigrantes", agregó.