Simultáneamente al alboroto que rodeó el Comic Con en Nueva York durante el pasado fin de semana, no muy lejos otra exhibición de Comics se llevaba a cabo. Café Con Comics, organizado y curado por Edgardo Miranda-Rodríguez, mostró las contribuciones de artistas Puertorriqueños a la corriente pública de comics desde los años 1940.

El creador y artista tras La Borinquena, Miranda-Rodríguez, hizo un gran esfuerzo para crear un personaje que no sólo funcionara como un símbolo de empoderamiento para los Puertorriqueños, sino que también representara positivamente a la mujer promedio como un todo, en vez de idealizar la versión típica del comic en la que se ejemplifica a la mujer súper héroe.

“Independientemente, estoy soltando esto justo ahora por lo que sucede en Puerto Rico con la crisis de la deuda. Y creo que, tomando en cuenta los 3.5 millones de Puertorriqueños que viven en la Isla, los otros millones que se encuentran en diáspora en los Estados Unidos deben verse involucrados e informados sobre lo que sucede en Puerto Rico”, dijo Miranda-Rodríguez en una entrevista con la Hot 97.

La Boriquena saldrá al mercado el 22 de Diciembre pero fue la estrella en el Café Con Comics del día viernes. El panel contó con cuatro ilustradores y coloristas de la industria del cómic, que relataron sus experiencias trabajando para compañías como Marvel y DC, en proyectos como Batman, Spiderman, GI Joe y hasta las Tortugas Ninjas. Asistieron Chris Batista (ilustrador), Emilio J. López (Ilustrador y colorista), Will Rosado (Ilustrador) y Féliz Serrano (colorista).

Will Rosado, quien trabaja en los storyboard, y quien también trabajó para Marvel, ahora trabaja en La Boriquena. Habló sobre cómo el personaje le ha inspirado incluso desde antes de incorporarse al proyecto.

“El libro era una oportunidad. Me comuniqué con Edgardo porque vi el bullicio alrededor del personaje. La gente estaba compartiendo links a varios artículos, noticias y entrevistas que estuvo dando, pero no había producto, y sencillamente pensé que era increíble que fuera capaz de producir tal reacción”.

Mientras el Comic Con de Nueva York bate récord este año con 180 000 asistentes (frente a los 167 000 de años anteriores), la asistencia femenina ha incrementado, diversificando el público, aún cuando la mayoría de los personajes en las historias no son ni femeninos ni de color. Con Luke Cage reportando 3.518,000 de observadores y estando entre el top 5 de los programas originales de Netflix, la base de fanáticos de los súper héroes sigue en expansión.

Hablando de la falta de representación, Will Rosado mencionó cómo La Borinquena ha funcionado como ícono para muchos: “Los personajes no representan personas de color; existen tan sólo un puñado de ellos. Luke Cage salió en Netflix y lo quebró. Ese show demuestra el interés y supongo que el hambre por la representación en los medios”, mencionó Rosado.

“Estamos en una tienda, una de las mujeres que trabajaba en el área de disfraces escuchó nuestra conversación, entonces él le mostró el personaje y sus primeras palabras fueron ‘Oye, se parece a mí’. Y ¿sabes? Ella es una Latina de 20 años, con piel oscura, y esa fue su primera reacción, que no obtienes con otros personajes. Están muy idealizados, pero éste personaje es mucho más parecido a una chica normal que va a la escuela, siguiendo sus intereses, y ese es su poder”, dijo Rosario.

La falta de representación no ha dejado de afectar a quienes realmente contribuyen con la creación de estos cómics, como quienes estaban en el panel del Café Con Comics y en el escenario de la galería. “Cuando era niño, veía nombres hispanos en los comics. Muchos eran más bien Filipinos (…) George Perez era muy importante para muchos de mi edad, que crecimos leyendo estas historias a finales de los 70 y principio de los 80. George es un “nuyorican” nativo y era nuestro punto focal. Más allá de George Perez, no había nada más. Cuando ves los nombres, tu no enlistas sus orígenes”, dijo Rosado de los artistas que le inspiraron al crecer.

El panel, amparado por el Centro de Estudios Puertorriqueños en CUNY, proveyó un espacio para artistas Puertorriqueños, donde se celebrara las contribuciones pasadas y presentes a la industria del cómic.

“Nos sorprendió la cantidad de gente que vino, habían incluso personas de pie. Se transformó, de hecho, en un evento para estar de pie. Eso me sorprendió. No conocía a la mitad de las personas que asistieron. (…) Creo que el verdadero aporte fue, no sólo el interés en los artistas puertorriqueños que hacen cómics, sino el interés en el personaje que Edgardo ha creado y sus razones para crearla; pareciera que la gente la aprecia y la recibe”, dijo Rosado.