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John Trudell, creador de Radio Free Alcatraz. NYT
John Trudell, creador de Radio Free Alcatraz. NYT

El Sioux de Alcatraz que se convirtió en la voz de los nativos americanos

¿Pudo un programa de radio pirata emitido desde Alcatraz cambiar la visión de los estadounidenses sobre una vergüenza histórica?

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Las cárceles nunca han sido un lugar que invite a la creatividad, pero sí han sido espacios en los que, tradicionalmente, todo tipo de soñadores y revolucionarios han imaginado sus proyectos de libertad. La isla de Alcatraz dejó de albergar su mítica prisión federal en 1963, por orden del presidente Kennedy. Y entonces, unos años después, ocurrió allí algo tan extraordinario como inverosímil. Un joven Sioux instaló un viejo radiotransmisor allí y empezó la andadura de un programa mítico: Radio Free Alcatraz.

John Trudell era un joven Santee Sioux de 23 años, con pendientes en las orejas y una larga melena castaña. ¿Cómo se pudo convertir en un líder romántico para la minoría de nativos americanos que le siguió? Solo armado con su voz consiguió lo inimaginable: que miles de oyentes empezaran a cambiar de idea respecto a las injusticias históricas que se habían perpetrado contra los pueblos originarios de Norteamérica. Cotidianamente explicaba cómo las minorías nativas eran marginadas en su país: cómo, por ejemplo, eran obligadas a pagar precios desproporcionados por su tierra, o cómo se les marginaba en el sistema educativo, o cómo se impedía su acceso a la pesca regulada.

Una amenaza para el FBI

John Trudell retransmitía su programa desde una gélida celda de la cárcel, con un aparato de radio viejo, y obtenía la energía de un generador que hacía mucho ruido. Todo era tan glorioso como precario. Acostumbraba a fumarse un cigarrillo mientras le hablaba al micro, y siempre tenía a un invitado junto a él. Actualmente, pueden recuperarse sus programas en los archivos de Radio Pacifica. La voz de Trudell se conserva allí en una serie de casetes rotulados con la palabra “Alcatraz”, pero solo cubren el período comprendido entre 1969 y 1970. El programa Radio Free Alcatraz duró hasta 1973, momento en que el FBI ya consideraba al joven Trudell como una seria amenaza.  

 Pero hemos de retroceder unos años para entender qué hacía un joven Sioux en una celda de Alcatraz radiando un programa que se hizo famoso. El 20 de noviembre de 1969, 79 activistas de la organización IOAT desembarcaron en la isla con la intención de establecerse en ella. La IOAT era una plataforma intertribal que trabajaba en pro de los derechos de toda la minoría nativa en Estados Unidos. Invocaba un viejo tratado de 1868 para ir ocupando terrenos que el Estado federal dejara deshabitados o inactivos. Es lo que había ocurrido con la célebre roca de la Bahía de San Francisco.

Retransmitía su programa desde una gélida celda de la cárcel, con un aparato de radio viejo, y siempre tenía a un invitado.

Trudell, recién llegado desde Vietnam, no participó en aquella ocupación, pero pensó rápidamente en que podía reunirse con los activistas que se habían instalado en Alcatraz para tratar de amplificar lo que se estaba produciendo en aquel rincón olvidado. Iba a ser su forma de colaborar en una empresa liberadora. Su novia, Fenicia Lou Ordóñez tuvo, en un principio, miedo. Pero acabaron sumándose al proyecto. Trudell había estudiado un semestre de radio, y por eso pudo impulsar su programa y relatar la gesta de los ocupantes del islote, durante años. Fue el inicio de una larga trayectoria como activista contra el racismo y la opresión de las minorías étnicas, que culminaría en el año 1983 con la edición de un disco de voces tribales.

La historia de Trudell puede enseñarnos algo valioso: cómo una modesta iniciativa cultural puede poner en jaque a un poderoso sistema, e incluso cambiar la historia de una nación.