Muchos en Tacony -Noreste de Filadelfia- están preocupados, no por una amenaza o algo que se le parezca, sino por un proyecto comunitario que pretende convertirse en punta de lanza  para derribar tabúes que persisten en Filadelfia sobre diferentes formas de practicar, disfrutar y entender el sexo. 

De acuerdo con un artículo de Philly.com, los rumores sobre la eventual entrada en funcionamiento de una casa de citas en el sector, tiene a más de uno preocupado por la verdadera naturaleza del proyecto.

Se trata de convertir al Tacony Music Hall, un edificio de 1885, en un centro comunitario de apertura, estudio, empoderamiento y reunión de personas y comunidades consideradas marginales en el mundo de la sexualidad.

Un lugar donde quienes tienen intereses sexuales considerados no convencionales o alternativos puedan encontrar no solo información sino un ambiente pensado para la exploración y el desarrollo libre de temas y prácticas que suelen tratarse en voz baja y a puerta cerrada, como el bondage o el poliamor. 

La idea es de Philly Music Hall, LLC, una organización dedicada a promover la inclusión de personas y colectivos con intereses sexuales no convencionales o alternativos.  Y la preocupación de la comunidad radica en que el lugar pueda convertirse en una casa de citas.

Según Deborah Rose Hinchey, miembro del colectivo al frente del proyecto y citada en el artículo, es un error pensar que porque sus organización promueve la inclusión de otras formas de vivir la sexualidad, el lugar vaya a terminar siendo un prostíbulo. Preguntada por Tommy Rowan, autor d ella nota, si en el lugar habría sexo, respondió “Si la gente quisiera desarrollar alguna práctica sexual en el lugar, de manera segura y consentida, yo preferiría que lo hicieran en vez de seguir reproduciendo un sistema donde estas comunidades son marginadas”.

Aunque muchos miembros de la comunidad se mantienen escépticos sobre la propuesta, otros citados en el artículo dijeron que un lugar como el que Philly Music Hall, LLC, se propone crear no cambiará mucho el panorama de una calle donde ya coexisten la prostitución y el consumo de drogas. Los verdaderos problemas que no han llamado la atención.

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