Fallece Albor Ruiz, Columnista e Inquebrantable Voz de la Diáspora Cubana
El columnista, periodista y poeta cubano falleció el pasado viernes en un hospital de Florida a los 80 años.
El periodismo hispano ha perdido a un titán de la palabra cuando Albor Ruiz, periodista y poeta cubano, dijo finalmente adiós el pasado viernes en el hospital Homestead de la Florida, tras semanas batallando complicaciones de una neumonía.
Según dijo su familia a AL DÍA, Ruiz había sufrido las consecuencias de una caída y fractura de cadera que eventualmente complicarían su cuadro clínico.
Tras más de 17 años de amistad y colaboración, AL DÍA despide con sumo pesar a una de las voces más importantes del periodismo hispano, y a un amigo irremplazable.
Nacido en Cuba en 1940, y crecido frente a la playa de Varadero, Ruiz fue una mente afilada desde muy joven, destacándose por su tenacidad y dedicación al estudio, y por su ávida curiosidad.
A los 20 años, y tras la llegada de la Revolución Castrista, Ruiz tomó la decisión de abandonar la isla en un bote junto a dos amigos, con el temor de ser fusilado por opositor.
Llegó a Miami en noviembre de 1961, donde esperó a sus hermanos, quienes llegarían un año más tarde, con una casa alquilada, y la promesa de una vida nueva.
“Cuando llegamos al aeropuerto, estaba Albor esperándonos”, recuerda Enid Ruiz, una de las hermanas del escritor. “Había alquilado una casita, donde nos tenía de todo, desde las vajillas y los cubiertos, las toallas… todo. Nos sirvió de padre, nos mantuvo durante cinco años hasta que mis padres vinieron”.
Tras esfuerzo y sacrificio, Ruiz se formó en Ciencias Políticas y Filosofía en la Florida, pero fue en la ciudad de Nueva York donde su voz encontró su cauce. Fue Editor en Jefe de El Daily News y jefe de redacción de El Diario, antes de unirse al New York Daily News en 1993.
Ruiz se dio a conocer como una voz franca y tajante, en especial contra los perpetradores de la injusticia contra la comunidad hispana.
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Desde la trinchera política, Ruiz fue defensor de la autonomía de su isla natal, y desempeñó un papel clave en la organización del movimiento de jóvenes cubanos detrás de la revista Areíto, y fue una voz fundamental para el Diálogo del 78 entre Cuba y su emigración.
“Tengo la gran satisfacción, y lo digo sin que me quede nada por dentro, de que el grupo nuestro inició el proceso que ha posibilitado todo lo demás”, contó Ruiz en 2016 a la periodista Rachel D. Rojas de la publicación On Cuba News. “De eso no se habla mucho. Quizás no se le ha dado el crédito correcto a aquella etapa, y tampoco creo que sea tan importante. Esa no es la cuestión. Sí recuerdo la primera vez que fuimos a la sede diplomática de Cuba y nos miraron como si estuviéramos locos. Pero fuimos abriendo un espacio y ganándonos un poco de confianza, haciéndoles ver que era real lo que estábamos diciendo, y que estábamos dispuestos no solo a hablar, sino a actuar en consecuencia”.
Durante sus últimos años, Ruiz consiguió en AL DÍA la plataforma para hablar y seguir con su misión de recordar, desde la veteranía, del trabajo y la lucha que aún quedan por delante.
Ruiz también se dedicó a fomentar la comunidad periodística latina, y lo hizo sirviendo como director regional de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ), y miembro de la junta nacional. En 2003, fue admitido en el Salón de la Fama de la organización.
"Albor Ruiz fue un pionero y un respetado periodista veterano en nuestra industria", dijo Nora Lòpez, presidenta de la NAHJ. "Sirvió como un increíble modelo a seguir y hay muchos en nuestra comunidad que atribuyen su éxito a su tutela y sabiduría".
Ruiz deja una compilación de poemas bajo el título Por si muero mañana, una legión de jóvenes periodistas a quienes ha inspirado y una infinidad de columnas memorables, muchas de las cuales pueden leerse aquí.
Sus cenizas, como lo había pedido hace muchos años, serán esparcidas en la Playa de Varadero, volviendo a la orilla que le vio partir con tan sólo veinte años.
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