Escrito por: Alejandra Legarda R.- Periodista

Investigadores de la Universidad de Griffith en Australia, en colaboración con Indian Immunologicals Limited (IIL), han desarrollado una innovadora vacuna intranasal contra la COVID-19 que podría revolucionar las estrategias de vacunación, especialmente para aquellos que tienen miedo a las agujas. Esta nueva vacuna, denominada CDO-7N-1, es una vacuna viva atenuada diseñada para ser administrada a través de las fosas nasales, ofreciendo una alternativa sin agujas que es tanto más fácil de administrar como potencialmente más efectiva en la generación de una inmunidad amplia.

Una de las ventajas más significativas de esta vacuna intranasal es su capacidad para inducir inmunidad no solo en la mucosa respiratoria, sino también de manera sistémica, proporcionando una protección integral contra todas las variantes principales del SARS-CoV-2, incluidas las que han surgido desde el comienzo de la pandemia. A diferencia de las vacunas tradicionales de ARNm, que se enfocan principalmente en la proteína de pico, CDO-7N-1 induce inmunidad contra múltiples proteínas virales, mejorando su efectividad a lo largo de las diferentes variantes.

La vacuna ha demostrado una notable estabilidad, manteniéndose efectiva hasta por siete meses cuando se almacena a 4°C, lo que la hace particularmente adecuada para su distribución en países de bajos y medianos ingresos donde mantener la cadena de frío es un desafío. Además, su administración en una sola dosis simplifica el proceso de vacunación, reduciendo la necesidad de múltiples dosis, lo que puede ser una barrera en los esfuerzos de vacunación masiva.

El desarrollo de esta vacuna, publicado en Nature Communications, destaca el uso innovador de la tecnología de desoptimización de codones, que permite la atenuación del virus sin alterar sus propiedades antigénicas. Este método no solo es más rápido, sino también más seguro que los enfoques tradicionales, lo que lo convierte en una estrategia prometedora para futuros desarrollos de vacunas.

A medida que el mundo continúa enfrentándose a la COVID-19, la introducción de una vacuna intranasal sin agujas podría desempeñar un papel crucial en la mejora de los esfuerzos de vacunación global, especialmente en regiones con bajas tasas de vacunación o donde la administración por inyección plantea desafíos significativos. Con los ensayos clínicos en el horizonte, esta vacuna representa un avance significativo en la lucha continua contra la pandemia, ofreciendo esperanza para métodos de prevención más accesibles y efectivos.

Esta colaboración entre la Universidad de Griffith y IIL destaca la importancia de las asociaciones internacionales para abordar los desafíos de salud global y allana el camino para soluciones más innovadoras en el futuro​.