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REGIÓN CARIBE DE COLOMBIA UNA BELLA Y COMPLEJA PARADOJA QUE SE DEBE VIVIR Y SENTIR

photo lucia

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La región Caribe conocida también como Costa Atlántica, bañada por el mar del mismo nombre, se ubica en la zona norte de Colombia. El mar, sabanas, llanuras y montañas se entretejen y constituyen una gran diversidad de paisajes y riquezas naturales que van desde los 0 metros hasta 5.730 metros sobre el nivel del mar con montañas cubiertas de nieve. 

Está conformada por siete departamentos en los que habitan pueblos indígenas, Arhuaco, Kogui, Wiwa, Kankuamo, Chimila, Emberá Katío, Mokaná, Zenú, Tule y Wayuu; pueblos afrodescendientes quienes escaparon del esclavismo y constituyeron palenques: San Basilio de Palenque (Mahates – Bolívar), San José de Uré (Córdoba), Jacobo Pérez Escobar (Magdalena) y La Libertad (Sucre); población mestiza campesina y población mestiza de las élites que se autoproclaman “blancos”. 

Adicionalmente, una población “árabe” llamada genéricamente “turca”, con presencia importante en Lorica, departamento de Córdoba referida jocosamente como “Lorica Saudita” y en Barranquilla. También, se registra población de ascendencia alemán e italiana, asentadas en Barranquilla. 

Sentir y vivir la Región Caribe, significa mar azul intenso, playas de arenas blancas, la montaña costera más alta del mundo con su ciudad pérdida del otrora pueblo indígena Tayrona, desierto y mar entretejidos en la Guajira. Es Punta Gallinas, el punto más al norte de Sudamérica, son dunas de arena. Es el Santuario de flora de los Flamencos Rosados. Son sabanas, planicies, volcanes de lodo y ceniza y es complejidad como lo es Colombia, en donde también, se ha enseñoreado la violencia.  

En un contexto de asimetrías económicas, social y políticas, surgen tensiones entre élites y poblaciones campesinas, indígenas y afrodescendiente, así como luchas y resistencias populares y violencias promovidas por actores armados (guerrillas, paramilitares) y bandas delincuenciales de economías ilícitas (drogas y minería) articuladas a dinámicas multicrimenes globales. No obstante, y pese a una violencia que pareciera el sino trágico de la historia de Colombia, hay avances hacia la construcción de Paz, que permiten soñar con la construcción de la esperanza y posibilidades de sentir y vivir la región, siguiendo directrices del Ministerio de Turismo y de poblaciones locales 

En este artículo, les invito a que me acompañen en un viaje posible, conocer la Sierra Nevada de Santa Marta y su “ciudad perdida”.

La Sierra Nevada de Santa Marta es la montaña costera más alta del mundo, ocupa los departamentos de Magdalena, La Guajira y Cesar. Posee todos los pisos térmicos, desde el cálido seco hasta las nieves perpetuas de cuyo deshielo nacen lagunas y ríos. En 1979 la UNESCO declaró la Sierra “Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad”.

Sierra Nevada santa marta

Foto 1. Sierra Nevada de Santa Marta, desde el mar hasta picos nevados. Fuente: https://www.gettyimages.es/detail/foto/sierra-nevada-de-santa-marta-imagen-libre-de-derechos

“A 42 kilómetros de las cálidas playas del Caribe colombiano se encuentra un escenario encantador y gélido para escalar hasta nieves perpetuas. Los dos picos nevados más altos de la Sierra Nevada de Santa Marta, el Colón y el Bolívar, con 5.730 metros de altura.  Esta aventura te hará sentir como el protagonista de tu propia película, lo cual es muy gratificante, y es que comienza en auto desde la ciudad de Valledupar hasta Pueblo Bello y Nabusimake, Poblado Arhuaco, “donde nació  el sol”. De ahí, se emprende un camino a través de senderos que llevan hasta las lagunas y glaciares, a 3.000 metros de altura y 29 ríos principales en los que  viven innumerables aves y monos aulladores que con sus sonidos, hacen parte de la banda sonora de la Sierra” (https://colombia.travel/es/santa-marta/descubre-los-encantos-de-la-sierra-nevada-de-santa-marta)

Ciudad Perdida conocida como “Buritaca-200” o Parque Arqueológico Teyuna, ubicada en la Sierra Nevada. Su hallazgo se registró oficialmente en 1976 , constituyéndose en uno de los principales sitios arqueológicos de Colombia.  Construida por los indígenas Tayrona hacia el año 700, aún nos muestra lo que fueron sus plazoletas circulares, escaleras, caminos y canales construidos en piedra que sirvieran de base a viviendas hechas en paja y bahareque.  

“Lo sorprendente de la Ciudad Perdida es la complejidad de su arquitectura, que contempló un sistema de canales para transportar el agua lluvia por la población y las terrazas para conservar la fertilidad del suelo y también sus pinturas rupestres y petroglifos”

Aunque, el pueblo Tayrona  está extinto, su cultura, aún se expresa, a través de cuatro pueblos, Kogui, Arhuacos, Wiwa y Kankuamos. 

Los koguis o kágaba, que significa "gente" en su idioma, se reclaman descendientes de los Tayrona y se definen como los hermanos mayores a quienes “Kakü Serankua”, el dios del universo, les recomendó cuidar la naturaleza y mostrar a los “hermanitos menores”, los no indígenas, caminos de armonía, respeto por la naturaleza, solidaridad y afecto por todos los seres vivos humanos y naturales. Ellos en el presente, son también los guardianes de la “ciudad pérdida” de la Sierra Nevada de Santa Marta. 

pueblo indigena

Foto 2. Pueblo indígena Kogui. Fuente: https://old.parquesnacionales.gov.co/portal/es/desarrollo-local-sostenible/multimedia

ciudad perdida

Foto 3. Ciudad Perdida en la Sierra Nevada de Santa Marta. Fuente: https://www.shutterstock.com/es/image-photo/hidden-ancient-ruins-tayrona-civilization-ciudad-2455735285

 

En la década de los ochenta, yo caminé un espacio de mi vida con los Kogui y Arhuacos en la Sierra Nevada de Santa Marta. Estuve apoyando, con otras  mujeres y hombres lo que entonces se llamó el proceso de “Educación Bicultural”. Desde nuestra juventud  y entusiasmo, soñamos y aportamos a la construcción de un sueño posible, el de la dignificación y respeto de la vida natural y humana. 

lucia Vasquez

Foto 4: Elvira Alvarado y Lucía Vásquez Celis, a la derecha en río San Sebastián de Nabusimake. 1985. Foto propia

 


 

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