[OP-ED]: ¿Por qué apoyo el Estatus de Santuario de Filadelfia?
Cuando mi padre vino a este país desde Cuba, arriesgó su vida y las vidas de su familia tan sólo por un bocado de la libertad que tenemos para ofrecer.
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Cuando mi padre vino a este país desde Cuba, arriesgó su vida y las vidas de su familia tan sólo por un bocado de la libertad que tenemos para ofrecer.
Creo que el valor que tuvo para hacer esa travesía (¡algunos parientes me han contado que se escapó de Cuba con papeles falsos y disfrazado de cura!) cuando pienso en el estatus de Filadelfia como Ciudad Santuario.
Pues ese término significa cosas diferentes para cada persona. Déjenme contarles lo que significa para mí. Significa que no separamos familias ni deportamos colegas que han sido arrestados por crímenes menores y no-violentos. Significa que no obligamos a nuestros oficiales, quienes tienen de por sí un trabajo bastante difícil forjando pilares de confianza con diversas comunidades, para transformarlos en oficiales designados de inmigración. Y significa que no buscamos abrir la brecha entre la comunidad inmigrante y la comunidad del orden público.
Es esto lo que no significa: no significa que soltamos grupos peligrosos de individuos indocumentados con permisos judiciales.
Creo que necesitamos entender que, en muchos casos, las personas que vinieron aquí escapaban la persecución y la opresión que colmaba su país de origen, en búsqueda de una vida mejor tanto para sí mismos como para sus familias. Quisieron trabajar arduamente, vivir acorde a las reglas y construir una comunidad basada en la confianza.
He dedicado gran parte de mi tiempo a las comunidades inmigrantes en Filadelfia; he trabajado codo a codo con ellos; he ido a iglesias, he picado el pan y he sentido su orgullo. Fui un ferviente partidario del Estatus de Santuario de Filadelfia desde el principio de la Administración Nutter, y fui instrumento de la creación de la Oficina del Inmigrante y de Asuntos Multiculturales.
Siendo una política de resguardo, apoyo al Alcalde Kenney y a su compromiso de hacer de Filadelfia una ciudad segura para los inmigrantes, y me opongo enérgicamente a la controversial SB 10en Harrisburg, que podría atentar contra el financiamiento de la ciudad entera, tan sólo por un desacuerdo político. Es una reacción autoritaria exagerada a un problema que no existe, y que evoca a los países opresores que muchos americanos han abandonado. Esos no son los valores americanos.
Hoy más que nunca es vital que trabajemos juntos para proteger a los más vulnerables de entre nuestros ciudadanos. Continuaré peleando para asegurarme de que nuestra ciudad mantiene su estatus de santuario para todas las personas, para afianzar su aceptación a todos los refugiados e inmigrantes de todos los trasfondos y creencias, y que se transforme en el lugar indicado para cualquiera que busque cumplir el sueño americano.
Rich Negrin es hijo de inmigrantes cubanos. Anteriormente fue fiscal de la ciudad en la oficina del fiscal de distrito y director administrativo de la ciudad.
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