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El presidente electo de EEUU, Donald Trump (d), acompañado por su vicepresidente, Mike Pence (i), habla durante una reunión de líderes de la industria tecnológica en la Torre Trump, en Nueva York. EFE

[OP-ED]: Para Donald Trump todo es un gran chiste.

El presidente electo tiene tal sentido del humor que ha escogido al exgobernador de Texas, Rick Perry, para dirigir el Departamento de Energía, la misma agencia feder

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El presidente electo tiene tal sentido del humor que ha escogido al exgobernador de Texas, Rick Perry, para dirigir el Departamento de Energía, la misma agencia federal que Perry ha querido eliminar durante años.

 Puede sonar extraño que se nombre a alguien que busca abolirla al frente de una agencia federal responsable de asuntos tan serios como supervisar el pacto nuclear con Irán, fabricar y mantener las armas nucleares, y regular las excavaciones petroleras en mar abierto.

Pero para el recién electo mandatario todo es diversión así que, para hacerle una broma al país, escogió a Perry, un exparticipante en el concurso de TV Dancing with the Stars (del cual fue eliminado, por cierto) para supervisar el arsenal nuclear de la nación. El fracasado bailarín  reemplazará a un físico nuclear.

Perry, quien en un debate durante las primarias presidenciales en 2011 (ha tratado de ser Presidente dos veces) se hizo famoso por --¡oops! – olvidarse del nombre del Departamento de Energía que más tarde diría querer abolir si fuera elegido, no cree, al igual que Trump, en el cambio climático.

Nunca fue el más brillante del salón de clases y su futuro jefe se burló de él durante un debate a principios de este año: “Vi a Rick Perry el otro día. ... Se puso espejuelos para que la gente crea que es inteligente. ¡Pero no le trabaja! La gente puede ver a través de los espejuelos”…

No obstante, una vez que ganó las elecciones Trump, con gran sentido del humor, lo nombró Secretario de Energía.

Pero todo eso quedó atrás. Después de todo no es que Perry le profesara un gran cariño al futuro presidente electo durante la campaña del 2016. 

 “Cuando una araña bajo la superficie, él no tiene sustancia. Lo que ofrece es un acto carnavalesco que puede describirse como Trumpismo: una mezcla tóxica de demagogia y mezquindad y tonterías que llevará a la perdición al partido Republicano”, afirmó Perry, en lo que puede haber sido lo más inteligente que haya dicho en toda su vida. “Que nadie se equivoque – la candidatura de Donald Trump es un cáncer en el conservadurismo y tiene que ser diagnosticado claramente, extirpado y descartado”.

Bueno no, el cáncer no fue extirpado, sino que fue elegido Presidente y Perry ahora es un gran fanático del “acto carnavalesco”.

"Es un tremendo honor haber sido seleccionado para servir como Secretario de Energía por el Presidente electo Trump”, dijo Perry, quien puede ser un pésimo bailarín, pero es un triunfador si de hipocresía y servilismo se trata.

Las ciencias no parecen haber sido la materia escolar favorita de ninguno de los dos hombres, y ambos comparten un escepticismo profundo acerca del cambio climático. Perry, sin embargo, no ha ido tan lejos como Trump quien una vez afirmó que “el calentamiento global fue creado por los chinos para hacer a EE.UU. no competitivo”. Increíble pero cierto.

Perry y Trump también buscan que se construya el despreciable Dakota Access Pipeline. El tejano es director de la junta de dos compañías petroleras, Energy Transfer Partners LP y Sunoco Logistics Partners LP, las cuales hacen todo lo posible para que el gobierno apruebe el oleoducto de 1,200 millas que ha movilizado a miles de persona en protesta en North Dakota.

Este será el nuevo Secretario de Energía, una pieza más en el arcaico gabinete presidencial de viejos generales, plutócratas petroleros y prehistóricos aduladores de Trump.

Una verdadera canasta de deplorables.

 

 
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