El voto latino podría marcar un hito en la historia del devenir de la comunidad en el país.

Ese hecho histórico se dará si el mismo latino hace a un lado la desidia y la apatía y acude en masa a las urnas el 8 de noviembre.

En 1980, recuerdo, colegas sajones me preguntaban por el ángulo de mis informaciones periodísticas.

—El voto latino, contestaba.

—¿Pero a quién interesa el voto latino?, refutaban. Los políticos son políticos porque saben contar. Y para ellos, los latinos no suman.

Eso fue entonces.

Hoy en día, no existe medio en el país que descuide ese ángulo informativo. Hablar del voto latino hoy en día es de rigor: su magnitud y presencia en las urnas, particularmente en elecciones cerradas y en estados específicos, puede ser decisiva.

En los 80, se decía que la comunidad latina era un gigante dormido.

Cruz Bustamante, el primer latino vice gobernador de California y el primer latinopresidente de la Asamblea Legislativa de California en los 90, respondía que los latinos no dormían, se preparaban para el futuro.

El futuro está aquí. Ya llegó. Ahora se presenta el gran turno. Pero la desidia del recientepasado se alza como un fantasma que puede espantar esa oportunidad.

Recuerdo en los 80 al gran Willy Velázquez recorriendo el país, pidiéndole a los latinos que se registraran y votaran. A los vecinos de la zona oeste de San Antonio, Texas, que se quejaban de la falta de alumbrado público y de banquetas en las calles de sus barrios, les decía:“regí strense y voten”, y verán la diferencia.

Le hicieron caso a Willy. Los latinos de Texas se convirtieron en los 90 en un grupo de poder. Sólo había que escuchar a la gobernadora Ann Richards decir en público que su elección se la debía a los “mexicanos de Texas”.

Al igual que la gobernadora Richards, el próximo presidente de los Estados Unidos podría afirmar: “le debo la presidencia a los latinos”.

Los colegas de los 80 tenían razón: los políticos saben contar.

Los latinos deben salir a votar. Pero no como lo hicieron en 2012, cuando sólo un 48% acudieron a las urnas.

Hay mucho en juego en esta elección. A la comunidad latina la han usado como balón político algunos candidatos e incluso la han agredido. ¿Cómo va a responder? Los políticos saben contar. El 8 de noviembre hay que demostrar que los latinos también saben contar. El caso quedará probado si más de un 70% de los 27 millones de votantes latinosacuden a urnas. Este es el momento político latino. Se ha llegado a este punto gracias al esfuerzo y sacrificio de muchos. No hay que dejarlo pasar.