“La verdadera noticia de estas elecciones puede ser la movilización del voto Hispano”, admitió el domingo pasado a The NY Times el senador Lindsey Graham, congresista Republicano de Carolina del Sur.

“Trump merece ser premiado por haber aupado la participación de los votantes Hispanos. Ha hecho más por que acudan a las urnas que cualquier otro Demócrata”, añadió Graham.

Otro conocido estratega Republicano, Karl Rove, el famoso “arquitecto” de las victorias de George W. Bush, no discrepa con él.

Trump, en su empeño por movilizar una base de votantes decepcionados, ha terminado por provocar un auge inesperado de nuevos votantes, la mayoría de origen Latino, que al cierre de esta edición, podrían dar a Hillary Clinton una serie de victorias cruciales en Estados clave, situándola a la cabeza de esta encarnizada lucha por la Casa Blanca. Estados como Arizona, Nevada, Nuevo Mexico, Carolina del Norte, Florida e incluso Pensilvania han dado señales de este repunte de nuevos votantes que podrían convertir lo que se consideraban unas elecciones reñidas en un derrumbe del voto popular y del voto en el colegio electoral.

“Hay que dar a Trump todo el mérito”, dijo Rove, ingeniero de la última victoria electoral que llevó a un Republicano a la Casa Blanca, en los años 2000 y 2004, pero que, como muchos otros Republicanos, decidió distanciarse del representante nominado por su Partido. “No a ella”.

No obstante, la candidata Demócrata, igual que su segundo de abordo, estuvo muy ocupada el pasado fin de semana, intentando ganarse a la comunidad Latina en el último minuto.

Tim Kaine se desplazó a Arizona para dar un discurso en español, el primero que da enteramente en español en toda la campaña electoral, y Hillary viajó a Florida para dejarse ver entre una multitud de votantes exclusivamente Latinos, algo que nunca había hecho anteriormente.

Cuando el recuento final de votos finalice, una cosa quedará clara:

Los Latinos habrán formado parte, una vez más, de la coalición electoral que eligió al nuevo Presidente.

Ahora, la cuestión que deberíamos formular al nuevo Presidente es la siguiente: ¿Formaran parte también del gobierno de coalición que se designará para gobernar el país el 20 de Enero de 2017?