Los billenials son por su definición seres híbridos que comparten más de una cultura y hablan más de una lengua, un fenómeno que se está volviendo más común entre los nuevos residentes de la ciudad.

Algunos hablaban en catalán, y otros en castellano. 

Pero otros hablaban francés, inglés, italiano, y otros además hablaban árabe y hebreo. 

Por una semana, me sentía empapado en una sociedad totalmente multilingüe, que siendo tal tenía la capacidad de atraer a una ciudad bonita, gente de todo el mundo. 

No es sorpresa; eran una reflexión, quizás rota, de la población que Barcelona atrae naturalmente porque allí ellos pueden verse a sí mismos representados, hecho que fomenta una atracción a este nivel. 

Vine a Philadelphia con la esperanza de que si los líderes de la ciudad comprendieran el valor del bilingüismo y multilingüismo y empezaran a dar énfasis y recursos materiales al esfuerzo para fomentarlos en nuestro sistema de educación pública, comenzando en la muy temprana edad de jardín de infancia, entonces nuestra ciudad se prepararía, de una forma muy autóctona, para ser el epicentro respIandeciente de la costa este de Estados Unidos, atrayendo no sólo a los jóvenes, los creadores de la democracia norteamericana, sino también a turistas de todo el mundo, los cuales traería la inversión económica que tanto necesitamos, esperando a aprovechar la capital en nuestra ciudad, que tiene el potencial de convertirse en el gran epicentro de Estados Unidos para los próximos 100 años.

Me complació ver la primera página del Philadelphia Inquirer este fin de semana, que contó con un reportaje sobre la explosión del desarrollo de viviendas de lujo en el centro de la ciudad, impulsado por inversiones de lugares tan lejanos como San Francisco o Chicago. La tendencia ya viene para arriba.  

Bajo el liderazgo del alcalde Jim Kenney, qué aparentemente comprende el valor de la diversidad mejor que todos sus antecedentes, la ciudad tiene una oportunidad para progresar  más rapidamente que como lo vimos en las últimas décadas.