LIVE STREAMING

[Op-Ed] La toga es la nueva camisa de fuerza.

En el corazón de los imponentes rascacielos donde se tejen los destinos legales de Colombia, se es

SHARE THIS CONTENT:

En el corazón de los imponentes rascacielos donde se tejen los destinos legales de Colombia, se esconde una epidemia silenciosa que está desmantelando la salud mental de una generación completa de abogados. El síndrome de burnout ha encontrado su terreno más fértil en los bufetes de élite, transformándose de una condición laboral en un verdadero flagelo profesional.

 

El Derecho, tradicionalmente percibido como una carrera de prestigio y realización personal, se ha convertido en un campo de batalla donde la supervivencia se mide por la capacidad de resistir jornadas extenuantes y presiones casi inhumanas. Los jóvenes profesionales ingresan con sueños de éxito y rápidamente se encuentran atrapados en un ciclo demoledor de agotamiento emocional y despersonalización.

 

Las estadísticas son demoledoras. Mientras las firmas jurídicas más prestigiosas presumen de facturaciones millonarias, sus profesionales se desmoronan bajo el peso de expectativas inalcanzables, pues  deben ser capaces de trabajar interminables horas sin mostrar signos de fatiga.

 

El modelo de facturación por horas se ha transformado en un mecanismo perverso de control. Las metas mensuales superan ampliamente la jornada laboral legal, empujando a los profesionales a un estado de agotamiento crónico. No es extraño encontrar abogados que trabajan más de 14 horas diarias, sacrificando sistemáticamente su salud física y mental en el altar de la productividad.

 

Los síntomas del burnout en estas firmas son tan normalizados que casi parecen parte de la descripción del cargo. Depresión, ansiedad generalizada, trastornos del sueño y agotamiento extremo se han convertido en compañeros cotidianos de estos profesionales. Un dato escalofriante, en este sentido, es que muchos psiquiatras reportan que un significativo número de sus pacientes provienen de las mismas firmas jurídicas de élite.

 

Las entrevistas de trabajo se han transformado en verdaderos interrogatorios de resistencia. Los candidatos son evaluados no solo por su capacidad profesional, sino por su disposición para renunciar absolutamente a su vida personal. Preguntas sobre relaciones familiares, vida sentimental y disponibilidad para trabajar sin límites se han normalizado como parte del proceso de selección.

 

La cultura organizacional funciona como un ecosistema darwiniano donde sobreviven únicamente aquellos dispuestos a sacrificar su bienestar. Frases como "dormir está sobrevalorado" o comparar el trabajo con un "concurso de comer pasteles" revelan una mentalidad que cosifica al profesional, reduciéndolo a un mero recurso productivo.

 

Las consecuencias van mucho más allá del ámbito individual. Profesionales que colapsan física y mentalmente, convulsionando en gimnasios mientras su primera preocupación es responder un correo electrónico, representan el síntoma más dramático de un sistema profundamente enfermo. La salud se subordina completamente a la productividad, generando un círculo vicioso de agotamiento y autodestrucción.

 

El burnout en la abogacía colombiana no es un problema individual, sino un síntoma de una estructura laboral disfuncional. Las firmas jurídicas operan bajo la premisa de que el talento es un recurso infinito, ignorando deliberadamente las señales de agotamiento y deterioro.

 

La nueva generación de abogados ya no está dispuesta a guardar silencio. Poco a poco, las voces de quienes han experimentado este modelo están emergiendo, desafiando una cultura de normalización del sufrimiento profesional. La transformación no vendrá de arriba hacia abajo, sino desde el interior mismo de la profesión.

 

La promesa de un futuro brillante funciona como un anzuelo para atraer talento dispuesto a sacrificarlo todo por un fragmento de reconocimiento profesional. La toga, alguna vez símbolo de justicia y sabiduría, se ha transformado en una camisa de fuerza que amenaza con ahogar el verdadero espíritu de los abogados.

 

Al respecto, La Silla Vacía realizó un reportaje muy interesante, te invito a leerlo en el siguiente link 

TAGS
  • #ALDIAWRITERSGROUP#ALDIATHOUGHTLEADERS#ALDIAOP-ED