Tras una larga e insoportable noche de espera, para ver cuál estado le pertenecía a cuál candidato, la tormenta ha pasado y el Sr. Donald Trump será nuestro cuadragésimo quinto Presidente de los Estados Unidos. Trump ha mencionado que Clinton fue una feroz competidora y que debería ser respetada por el servicio que ha dado al país durante los últimos treinta años.

Debo ver esto como un ejemplo de lo que sucede cuando exhumas mucha confianza y asumes que las cosas irán a tu favor. Quienes trabajan más arduamente tienen mayores y mejores resultados. Trump surgió desde una estrella televisiva, un magnate empresarial, el hazmerreír de la política, a tener ahora el puesto más elevado en el país.

Hillary Clinton no utilizó el Voto Latino de manera adecuada para asegurar su victoria. Es bonito que puedas ir a un programa tardío nocturno o a Telemundo, y bailar merengue en tu cumpleaños. Pero, has ido al corazón de las comunidades latinas en los Estados Unidos y les has hablado a quienes viven en las sombras? No sólo a los latinos preseleccionados para formar parte de tu tribuna especial.

Durante un año, nuestra publicación ha hecho un esfuerzo increíble para contactar tanto a Hillary Clinton como al Presidente Barack Obama para que vinieran a nuestras oficinas o que permitieran que nosotros nos trasladáramos hacia ellos, para discutir los asuntos que conciernen a la comunidad Latina en el Valle de Delaware y en el resto de la nación.

Somos una comunidad que trabaja fuerte, tanto en posiciones altamente remuneradas como en las que no, sobretodo éstas últimas a las que nadie pareciera querer aplicar. Hemos servido a nuestro país en muchas guerras mundiales y muchos han pagado el último sacrificio para asegurar las libertades que algunas veces damos por sentadas.

¿Cómo somos retribuidos por todo nuestro arduo trabajo? Una cascada de emails solicitando donaciones, más oportunidades fotográficas de las que puedes manejar y una falta de visibilidad donde era más necesitada… en el barrio.

No importa cuántas estrellas de Hollywood tengas o cuántos músicos puedas reclutar. Los VIP reales son los latinos que viven de cheque en cheque, aquellos que trabajan los campos por menos del sueldo mínimo, aquellos que están tratando de volverse ciudadanos naturales y nuestra juventud, que ahora vive en constante miedo de no poder alcanzar su “Sueño Americano”

Las cosas más sencillas significan mucho. No somos una cadena de Televisión controlada por titiriteros de bolsillos profundos. Somos un Medio de Noticias que siempre ha estado por y para la gente. Hicimos nuestra solicitud, y esta fue su respuesta:

FN-WHO-Media_Affairs

Querido XXXX,

Gracias por contactar a la Casa Blanca con respecto a la posibilidad de una entrevista con el Presidente Obama.

Lamentamos informarle que no seremos capaces de agendar su petición en este momento. Mantendremos su solicitud en archivo.

Gracias por su interés y esperamos poder trabajar con usted en un futuro,

Sinceramente,

Asuntos Mediáticos de la Casa Blanca.

Esta es una carta de rechazo… sólo que más política. Aunque nuestra solicitud fue enviada a muchos contactos de ambos individuos, no hubo respuesta de la campaña Clinton. Esto fue una sacudida. Para un individuo que quiere que los Latinos la vean como nuestra campeona, este no era un paso progresivo.

Su carrera estelar sirviendo al país no era el problema. Mantener a los latinos en las sombras hasta que fuera políticamente conveniente, sí lo era. Tenemos que ver esta elección como una posible señal de lo que vendrá en el futuro. Esta pestilencia a odio, racismo y sexismo ha mostrado su fea cabeza. Nuestra supervivencia como país y más específicamente como cultura, está en riesgo.

Cosechas lo que siembras. La Sra. Clinton hizo la cama política en la que ahora todos debemos dormir. Lo que debemos hacer los Latinos es levantarnos por nuestra cuenta y en defensa de nosotros mismos, mucho más de lo que hemos hecho hasta ahora, pelear por ciertos derechos y por nuestros pocos “privilegios”, ser más conscientes políticamente y buscar a un hombre o a una mujer que pueda representar a los Latinos de aquí a cuatro años. Si queremos que algo sea bien hecho, debemos hacerlo nosotros mismos.