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OP-ED: Bernie se hace sentir en la convención Demócrata

La convención de su partido se acerca y después de que Bernie Sanders diera su respaldo a Hillary Clinton esta semana, los Demócratas ya están listos para…

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La convención de su partido se acerca y después de que Bernie Sanders diera su respaldo a Hillary Clinton esta semana, los Demócratas ya están listos para nominarla oficialmente, derrotar a Donald Trump y –esperemos que así sea—ganar la Casa Blanca.

Pero antes de llegar a Filadelfia el 25 de julio, los Demócratas tiene que darse cuenta de que cuatro días de sombreritos ridículos y somníferos discursos, docenas de fiestas y cientos de globos de colores, un infomercial de dudoso gusto con poca intriga y menos drama, cuyo único propósito es vender los candidatos a los votantes potenciales, no va a ser suficiente en esta ocasión.

Eso es lo que han sido las convenciones políticas durante años, pero el país no está de humor para sombreritos, globos y malos discursos.

Las últimas semanas han sido demasiado dolorosas, las profundas divisiones raciales y de clase han quedado al descubierto, un aterrador tornado de prejuicio, racismo y desconfianza nos ha golpeado a todos con una fuerza mortal que ha dejado un triste rastro de cadáveres negros, blancos y latinos.

“Pero lo que yo puedo decir es que todos nosotros, como americanos, debemos estar preocupados por estos tiroteos, porque no son incidentes aislados”, señaló el presidente Obama durante su viaje a Varsovia, hablando de la muerte de Alton Sterling y Philando Castile a manos de la policía.

“Ellos son sintomáticos de una serie más amplia de disparidades raciales que existen en nuestro sistema de justicia criminal”, añadió Obama. Sus palabras podían haberse referido también al asesinato de cinco policías en Dallas unos días después.

Sin embargo esas disparidades raciales así como la desigualdad creciente que aflige el país se han incluido en la plataforma Demócrata que este año es mucho más progresista que de costumbre. Esto, por supuesto, se debe no solo a la fortaleza de las convicciones de Bernie Sanders sino también a su innegable poderío electoral.

“[Pese a perder la nominación con Clinton] Bernie ya ganó”, afirmaron en una columna de opinión en el Miami Herald Lorenzo Cañizares y Amaury Cruz, directores de Cuban-Americans for Bernie. “Él trajo una claridad a asuntos fundamentales que ha estado ausente del discursos político. Entusiasmó a los jóvenes. Prescindió de grandes contribuyentes y Super PACs. Movió el discurso político aceptable desde la extrema derecha hacia posiciones mayoritarias que reflejan las necesidades y deseos del pueblo americano. Forzó a Clinton a mejorar sus posiciones.

También hizo posible imaginarse hacer América verdaderamente grande otra vez, y no de la manera frívola y propagandística de Trump”.

Queda claro que Clinton ha sentido el impacto de Bernie al ver que la plataforma del partido incluye muchas de las ideas más populares de este. El salario mínimo de $15, universidades públicas gratuitas, ampliar la cobertura de salud, abolir la pena de muerte, mayores regulaciones bancarias, todas son ahora parte de la posición oficial del Partido Demócrata, aunque no sean santos de la devoción de Clinton.

Como dijera Sanders poco antes de dar su respaldo a Clinton, “Hemos hecho enormes avances. Gracias a los millones de personas por todo el país que se involucraron en el proceso político –muchos de ellos por primera vez—tenemos ahora la plataforma más progresista en la historia del partido Demócrata”.

Así es, y justo a tiempo para dirigirse –aunque sea tímidamente—a algunas de las profundas disparidades que son el caldo de cultivo de la chocante violencia y el odio desmedido que han sacudido la nación desde sus cimientos.

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