El Día de las Madres está a la vuelta de la esquina y para miles de madres e hijos inmigrantes no habrá alegría sino solo miedo e incertidumbre. 

Las inmorales políticas de la administración de Donald Trump siempre logran convertir incluso los días más sagrados en pesadillas, en particular para las familias inmigrantes, demonizadas y abusadas por el propio presidente y la pandilla de racistas y mentirosos que lo rodean. 

Para Trump y sus secuaces, la ley es poco más que un inconveniente a ser ignorado, por lo que no sorprende que esta administración siga separando a las familias migrantes a pesar de que un juez federal prohibió las separaciones familiares como una política sistémica el verano pasado. 

"Estamos alarmados", dijo a USA Today Jennifer Nagda, directora de políticas del Centro Joven para los Derechos de los Niños Inmigrantes, un grupo nacional de derechos humanos con sede en Chicago. "En marzo y abril, nuevamente vimos un notable aumento". 

El periódico enumera varios ejemplos concretos: 

* Los defensores de la oficina en el Centro Joven de Harlingen, Texas, dijeron que una de cada cinco familias que ven en los refugios para migrantes ha sido separada en la frontera por razones cuestionables. Los niños tenían edades comprendidas entre los 18 meses y los 15 años.

* Los abogados del Proyecto de Derechos Civiles de Texas dijeron que han contado más de 40 familias separadas por mes en el área de McAllen desde el requerimiento judicial en junio.

* Los funcionarios de Al Otro Lado, que aboga por los inmigrantes en California, dijeron que docenas de familias son separadas cada día en el área metropolitana de San Diego. 

No es sorprendente que, aunque el gobierno diga que son 389 las familias separadas desde la prohibición federal del verano pasado, los activistas de inmigración afirmen que el número de niños separados, muchos de ellos menores de 5 años, es mucho mayor. 

Casi increíblemente, el gobierno no tiene suficiente información sobre las familias separadas para poder reunirlas rápidamente o, a veces, en absoluto. 

“No, no tenemos ningún nexo de padres a [hijos], a excepción de unos pocos", dijo un funcionario de Servicios Humanos y de Salud a un alto funcionario de Inmigración y Control de Aduanas el 23 de junio de 2018. “Tenemos una lista de padres, pero no hay forma de vincularlos con los niños". 

Como resultado, llevaría meses reunir a cerca de 3,000 familias separadas bajo la política de "tolerancia cero" de Trump. 

No, este Día de las Madres no será feliz para las madres y los niños inmigrantes, aunque su predicamento no es un invento, no es un intento de engañar al sistema para disfrutar de las riquezas del poderoso vecino del Norte. 

Es el apetito por las drogas ilegales en los Estados Unidos lo que alimenta la mayor parte de la brutalidad de las pandillas en Honduras, El Salvador y Guatemala que obliga a su gente a huir para salvar sus vidas. Como hemos dicho antes, estas son personas perseguidas cuyas vidas están en peligro y merecen todos los derechos y protecciones otorgadas a los refugiados y solicitantes de asilo. 

Pero Trump y su gente han hecho del racismo, la inhumanidad y la crueldad los pilares de la política de inmigración de este gobierno, lo que significa que este Día de las Madres habrá solo tristeza e incertidumbre en vez de alegría y celebración para miles de familias inmigrantes. 

¿Cuánto más del racismo, la corrupción y la crueldad de esta administración puede soportar el país?