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Manifestantes se reúnen durante #CloseTheCamps: MoveOn, United We Dream, American Friends Service Committee y Families Belong Together encabezaron protestas en todo el país en las oficinas del Congreso para exigir el cierre de centros de detención de inmigrantes inhumanos que someten a niños y familias a condiciones horribles.
Manifestantes se reúnen durante #CloseTheCamps: MoveOn, United We Dream, American Friends Service Committee y Families Belong Together encabezaron protestas en todo el país en las oficinas del Congreso para exigir el cierre de centros de detención de…

Trump y el abuso infantil

Los niños son el objetivo principal de la brutalidad de esta administración.

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No es ningún secreto que la crueldad es la pieza central de la política de inmigración de Donald Trump. Todo el mundo lo sabe, aunque hay muchos, demasiados, que vergonzosamente eligen ignorarlo o, lo que es peor, apoyarlo.

Lo que sería un comportamiento aberrante en cualquier otro momento, bajo el régimen de Trump, se ha convertido en política oficial: los niños son el objetivo principal de la brutalidad de esta administración, que ha llegado hasta a arrancar a los bebés de los brazos de sus madres como un "elemento disuasorio" (palabra de Trump) para migrantes de América Central. Sorprendente solo para gente tan vulgar e ignorante como Trump y sus secuaces, tales medidas inhumanas han fallado miserablemente. Miles de hombres, mujeres y niños de Honduras, Guatemala y El Salvador siguen haciendo una jornada que desafía a la muerte desde sus países hasta la frontera con los Estados Unidos. No importa qué medidas tome Trump, los refugiados continuarán viniendo mientras la violencia fuera de control, la pobreza extrema y la corrupción arraigada en sus países, en gran parte creadas, alentadas o habilitadas por las políticas estadounidenses, los obliguen a huir para salvar sus vidas.

Nada hace más evidente la falta de valores y de respeto por la vida humana, y la perversión de la moral de Trump y su administración, que el hecho de que, según un informe del Departamento de Justicia revelado por el representante Ted Deutch, (D-Fl) en febrero, y reportado por el New York Times, hubo 4.500 quejas en cuatro años sobre acoso sexual y abuso de niños inmigrantes bajo custodia de los Estados Unidos.

Horrible, por supuesto. Pero ¿qué más se puede esperar cuando la persona que ocupa la Casa Blanca es un acosador sexual de mujeres confeso, cuyo racismo descarado ha categorizado a las familias que buscan refugio como menos que humanas?

"Estas no son personas. Son animales", dijo Trump en mayo.

A riesgo de insultar a los animales, yo diría que el único animal aquí, por cierto, uno particularmente brutal y destructivo, vive en la Casa Blanca. z