Si usted pensaba que las cosas no podían empeorar o que Donald Trump no podía caer más bajo, el ocupante de la Casa Blanca está a punto de demostrarle lo contrario una vez más.

Ayudado e instigado por un partido Republicano carente de moral, Trump está dispuesto a hacer lo que sea para ser reelegido. Y, por supuesto, ningún objetivo es más fácil para hacerse el duro y complacer a su ignorante y racista "base" que los más vulnerables de la sociedad: las familias inmigrantes. Mentir descaradamente sobre ellas, secuestrar a sus hijos y perseguir brutalmente a los solicitantes de asilo, ha sido el modus operandi de Trump desde que llegó a Washington hace más de dos años.

Casi increíblemente, Kirstjen Nielsen, la jefa del Departamento de Seguridad Nacional, se vio forzada a renunciar hace unos días porque no era lo suficientemente racista para Trump y sus secuaces. Esta es la persona que presidió sobre la instauración de la inhumana política de "separación familiar" destinada a desalentar a los solicitantes legales de asilo (repito, legales) arrancándoles a sus hijos de los brazos y encerrándolos en jaulas.

Lo que esto significa es que Trump se apresta a implementar medidas aún más crueles hacia los inmigrantes, incluso regresando a una nueva versión de la infame política de tolerancia cero que resultó en la separación de al menos 2,700 niños de sus padres, sin la posibilidad de reunirse con sus familias, con suerte, durante al menos dos años.

Se ha reportado que Stephen Miller, el asesor de Trump de aspecto macabro que es quien le escribe los discursos, está detrás del despido de Nielsen, a quien consideraba muy débil. Miller, cuya ideología contempla la reducción drástica o incluso la terminación de la "inmigración no blanca" es responsable de mover a Trump, cuyos odiosos instintos ya lo empujaban en esa dirección, hacia una posición abiertamente fascista, y además animarlo a implementar nuevas y más crueles medidas contra los inmigrantes.

"Nuestro sistema está lleno; nuestro país está lleno ", dijo Trump en la reunión anual de líderes de la Coalición Republicana Judía en Las Vegas la semana pasada. "No puedes entrar. Nuestro país está lleno. ¿Qué podemos hacer? No lo podemos sostener más. Nuestro país está lleno. No puedes entrar, lo siento ".

Esto no es más que otra mentira ya que la inmigración, compuesta por gente más joven y activa, es indispensable económicamente como mano de obra y como emprendedores para compensar el problema creado por el envejecimiento de la población nativa y la disminución de las tasas de natalidad en EE. UU.

Según el New York Times, el gobernador Phil Scott de Vermont, un republicano, en su discurso sobre el presupuesto anual de este año afirmó: “Creo que nuestra mayor amenaza es nuestra disminución de la fuerza laboral. Es la raíz de cada problema que enfrentamos. Esto hace que sea increíblemente difícil para las empresas reclutar nuevos empleados y expandirse, más difícil para las comunidades crecer y deja a menos de nosotros cubrir el costo del gobierno estatal ".

La laxitud moral de Trump y su arrogancia ridícula son bien conocidas. El presidente de los Estados Unidos no lo piensa dos veces para violar las leyes nacionales e internacionales al dar la espalda a los derechos de las personas perseguidas a buscar asilo. "El programa de asilo es una estafa", dijo, y continuó mintiendo al describir a los centroamericanos que llegan a la frontera como gente "que parecen que deberían estar luchando para la U.F.C.", con músculos enormes y tatuajes faciales. "Alguna de la gente más ruda que jamás hayas visto".

Mentir, castigar a personas inocentes para ganar votos, imponerle una ideología racista a la nación, usar la intimidación más burda en las relaciones internacionales, tratar de ocultar sus sospechosos tratos con Rusia y aprovecharse de la presidencia para beneficio personal, eso es lo que Donald Trump ha logrado desde su elección.