Para nadie debería ser una sorpresa que mientras el Coronavirus asola la nación, "abrir" el país para los negocios se ha convertido en la principal preocupación de Donald Trump, más que salvar vidas o evitar la propagación del virus mortal.

Vergonzosamente, la compasión, la solidaridad humana o incluso la justicia son conceptos completamente extraños para el presidente de la nación más poderosa de la Tierra.

Como si se necesitaran más pruebas de su inhumanidad, durante varios años la administración Trump ha mantenido, separados de sus padres, a decenas de miles de niños migrantes en campos de detención, donde muchos fueron abusados ​​físicamente y agredidos sexualmente.

Al Jazeera informó lo siguiente en noviembre pasado: “… nuevos datos del gobierno muestran (que hubo) 69.550 niños migrantes detenidos por el gobierno de los Estados Unidos durante el año pasado (2019): suficientes bebés, niños pequeños, niños y adolescentes para desbordar un estadio profesional de fútbol americano, según una investigación conjunta de The Associated Press y la serie PBS, Frontline. Según investigadores de las Naciones Unidas, se trata de más niños separados de sus padres que en cualquier otro país. Y está sucediendo a pesar de que el gobierno de los Estados Unidos ha reconocido que la detención puede ser traumática para los niños, poniéndolos en riesgo de daño físico y emocional a largo plazo ".

La pandemia, por supuesto, agrega un nuevo horror a las vidas de los más de 6,000 niños actualmente bajo custodia de inmigración, ya que está claro que nadie es inmune a un virus que ha matado o infectado a miles de personas de todas las edades.

Según informó el New York Times, hace dos semanas, cuatro niños en un centro de detención de inmigrantes en el área de Nueva York y siete empleados de la Oficina de Refugiados que trabajan en centros de detención de niños en Nueva Jersey y Texas dieron positivo por el virus. .

El mes pasado, la jueza Dolly M. Gee, del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, en Los Ángeles, ordenó al gobierno que "haga esfuerzos continuos" para liberar a los niños. Pero no olvidemos que órdenes judiciales anteriores que favorecían a los niños han sido vergonzosamente resistidas por la administración Trump.