No hay duda de que estamos viviendo tiempos crueles y moralmente retorcidos.

Sin embargo, como si se necesitaran más pruebas, Estados Unidos, a través de su despreciable secretario de Estado Mike Pompeo, lo está aclarando aún más con su enferma obsesión con la cooperación médica internacional de Cuba.

Con típica arrogancia y desprecio por la vida humana, Pompeo ha criticado a Qatar, Sudáfrica y otras naciones por solicitar médicos de Cuba para combatir el coronavirus.

No es que el país más rico y poderoso del mundo se ofrezca a enviar sus propios médicos para reemplazar a los de Cuba, la pequeña y pobre isla caribeña que ha sufrido un bloqueo de los Estados Unidos durante 60 años y ha salvado miles de vidas en todo el mundo a través de su cooperación médica internacional.

Para la administración Trump, esos países deben dejar que su gente muera para complacer a Washington, lo cual no es sorprendente. Después de todo, mientras Cuba envía médicos para sanar, Estados Unidos envía soldados para hacer la guerra.

El ataque más reciente de Pompeo contra los médicos cubanos se produjo la semana pasada. En una demostración de diplomacia tipo "que coman pastel", el funcionario estadounidense, blandiendo el dólar como arma, amenazó a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) con cancelar su apoyo económico.

 El hecho de que la organización, a la que pertenecen 52 países, jugara un papel en el programa de colaboración de médicos cubanos en Brasil que benefició a millones de brasileños desde agosto de 2013 hasta noviembre de 2018, fue la razón de la baja y peligrosa amenaza de Pompeo.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, no esperó mucho tiempo para responderle a Estados Unidos y al secretario Pompeo.

"Mientras Estados Unidos pierde la cuenta de sus muertos debido a Covid-19, el Secretario de Estado Mike Pompeo pide cuentas sobre Cuba", dijo Díaz-Canel en un tuit. "El actuar racista, criminal y xenófobo del gobierno de Estados Unidos desbarata su retórica inmoral, perversa y prepotente" (contra Cuba).

Dolorosamente, Estados Unidos, con todos sus recursos, ha tenido la mayor cantidad de muertes en el mundo debido a la pandemia. Cuba, por otro lado, ha sido capaz de vencer el coronavirus gracias a sus médicos, los mismos médicos que Estados Unidos trata de vilipendiar.

Para vergüenza de Estados Unidos, las palabras del presidente cubano dan justo en el blanco.