Con tantos profesores, estudiantes de posgrado y activistas políticos organizándose estos días para mejorar las condiciones laborales de las personas, los sindicatos están viviendo su momento.

Y ese momento ahora se ha extendido a otro grupo de trabajadores incondicionales que trabajan con un alto sentido del compromiso con el servicio público: los periodistas.

El movimiento para sindicalizar los puestos de trabajo de periodismo digital que rinden poco, crean mucho estrés, requieren largas (y extrañas) horas de trabajo -además de la amenaza ocasional de daños físicos- comenzó con publicaciones web jóvenes y advenedizas como Slate, HuffPost y Vox.

Estas publicaciones empezaron a copiar algunas de las protecciones que ya disfrutaban los periodistas de medios de comunicación consolidados como el Chicago Sun-Times, The Washington Post y The New York Times.

En enero, los periodistas del Los Angeles Times ocuparon los titulares de la prensa nacional cuando votaron para formar un sindicato.  Y los redactores de The Chicago Tribune anunciaron en abril que también planean dar el paso. Ambas publicaciones están bajo control del grupo de medios de comunicación Tronc, que estos días parece mucho más asediado que el resto de compañías del sector.  

El columnista de medios de Chicago Robert Feder dijo hace poco que el nuevo colectivo del Chicago Tribune es "el primero en los 171 años de historia de un periódico tradicionalmente antisindical".

Y su creación era terriblemente necesaria.

Según una carta firmada por los organizadores sindicales en el Tribune, "los aumentos de salario regulares, los ajustes por el costo de la vida y la seguridad laboral no existen. El costo de nuestros beneficios de atención médica ha aumentado significativamente. Nuestra política de maternidad y paternidad es inadecuada".

Pero eso solo afecta a reporteros, fotógrafos, editores y otros miembros del personal. He aquí por qué es importante también para las comunidades que cubren:

"[A] Aunque vivimos en una ciudad y estado racialmente y étnicamente diversos, la diversidad no se refleja bien en la sala de redacción. Un personal más diverso ayudará a guiar una cobertura que refleje plenamente las vidas de los muchos tipos de comunidades que residen en Chicago y sus alrededores. Podemos hacerlo mejor".

Este detalle fue notable para mí, especialmente porque los sindicatos no siempre son amigos de los periodistas de color, que están significativamente subrepresentados en las redacciones de todo el país y tienden a ser más jóvenes y menos experimentados que sus compañeros blancos.

(Con total transparencia: este problema me vino a la mente porque yo formaba parte del grupo de periodistas despedidos de The Chicago Sun-Times en 2008 por falta de antigüedad).

Esta combinación de juventud y diversidad puede ser problemática.

Como se explica en "Breve historia del trabajo, la raza y la solidaridad", el blog de la federación sindical AFL-CIO: "Hoy en día, en muchas empresas los trabajadores sindicalizados con mayor antigüedad tienen más probabilidades de ser blancos que de color. En esta situación, ¿qué sucede cuando se producen despidos? Según el principio de antigüedad, los que permanecen más tiempo en el trabajo se quedan.

Pero, ¿qué sucede si su permanencia en el trabajo es más larga únicamente porque otros fueron sistemáticamente excluidos del proceso de contratación? Todos aquellos que al principio no tuvieron permiso para competir por un empleo son penalizados luego por no haber entrado a  trabajar antes. 'Último contratado, primero en ser despedido' significa que la gente será penalizada debido al pasado de discriminación racial de nuestra sociedad".

Sin embargo, según Laura Rodríguez, miembro del comité organizador del colectivo del Chicago Tribune, la nueva unidad de negociación colectiva se está formando únicamente con este tipo de cuestiones espinosas en mente.

"Una de las principales causas por las que luchamos es la inclusión, pero también nos preocupamos de asegurarnos de que luchamos por la diversidad y la igualdad en nuestras salas de redacción, y de que existe un equilibrio a la hora de asegurar que todos esos jóvenes periodistas nuevos, incluidos los periodistas de color, puedan integrarse socialmente en la redacción y tener la oportunidad de trabajar con reporteros y editores veteranos", dijo Rodríguez, periodista multimedia de Hoy, el diario en español del Chicago Tribune.

"Necesitamos el conocimiento institucional e histórico de los veteranos para alimentar y formar a excelentes periodistas que puedan salir al terreno e informar sobre cualquier historia, controlando todos esos básicos, además de conocer a las personas, la cultura, el idioma y los problemas de las comunidades que están cubriendo ".

Por encima de todas estas consideraciones- o tal vez inherente a ellas- , está la cuestión de conservar a los periodistas que intentan mantener un flujo de información precisa y justa.

"No solo tratamos de asegurar nuestros trabajos, sino también de asegurar nuestra democracia", me dijo Rodríguez.

Independientemente de dónde se encuentre en el tema de los sindicatos, si valora el periodismo local, quiere que haya un cuerpo periodístico diverso y asegurarse de que la verdad prevalece frente a las noticias falsas, un mensaje para usted: el Día Nacional del Abrazar a un Periodista ya pasó, pero considere abonar una suscripción a su fuente de noticias reales favorita y echar una mano al medio en cuestión.