Cuando se trata de la visita del Papa, Filadelfia necesita conectarse con su Latino interior
No es ninguna exageración decir que Filadelfia enloqueció con la visita venidera del Papa Francisco a finales del mes de septiembre, y las entre 1 a 2 millones de personas que lo seguirán allí. ¡El parálisis del tránsito! ¡Los perímetros de seguridad! ¡Las mujeres embarazadas! ¡Sin comida! ¡Sin agua! ¡Sin baños! Un municipio suburbano preventivamente declaró un estado de emergencia
No es ninguna exageración decir que Filadelfia enloqueció con la visita venidera del Papa Francisco a finales del mes de septiembre, y las entre 1 a 2 millones de personas que lo seguirán allí. ¡El parálisis del tránsito! ¡Los perímetros de seguridad! ¡Las mujeres embarazadas! ¡Sin comida! ¡Sin agua! ¡Sin baños! Un municipio suburbano preventivamente declaró un estado de emergencia
Es un poco como si quienes informan sobre el clima en la televisión pronosticaran una tormenta masiva y observar que las estanterías del supermercado se quedan sin leche y pan mientras los vendedores al por menor aumentan el precio de los generadores. Claro que podría llegar el huracán Sandy… pero nueve de cada 10 veces, no llega.
Cabría preguntarse si así fue en Río de Janeiro, donde el Papa Francisco celebró misa para 3 millones de personas en la playa de Copacabana. O en Manila, donde 6 millones de personas se reunieron para la misa que celebró en la intemperie… en la cola de un tifón.
Estamos bastante seguros que hubo todo tipo de inconveniencias logísticas y problemas relacionados con esos acontecimientos, también, pero de igual forma, fueron exitosos. Después de todo, este es un Papa latinoamericano acostumbrado al enérgico chaos de los juegos de la Copa Mundial de fútbol y las ferias de Argentina, y aunque ahora quizá viva en el claustro sereno del Vaticano, como sacerdote joven se encontraba más cómodo desempeñándose como pastor en las villas de Buenos Aires.
Como Papa, también gusta indescriptiblemente de salirse del guion y frustrar los mejores intentos por mantenerlo a distancia de la gente –así que, de todas formas, ningún plan de juego, pese a cuán hermético o tenso sea, va a realizarse sin dificultades.
Así que, Filadelfia: relájese. Ustedes no conducen este autobús; los protocolos del Servicio Secreto y la Conferencia de obispos de los Estados Unidos, el Encuentro Mundial de las Familias y el Vaticano están al mando. Sabemos que preferirían un chárter de lujo que se condujera sin parar sobre carreteras bien pavimentadas y sin tráfico. Pero no es así. Este bus hace muchas paradas para que las personas puedan ir y venir, es bullicioso y colorido, y está atestado. El camino que recorre parece tener un buen número de baches y algunas curvas pronunciadas con poca visibilidad (razón por la que claramente tiene a Jesús en el tablero y a la Virgen María en el retrovisor). Y ya nos topamos con el tráfico.
Llegó la hora de conectarte con tu Latino interior, Filadelfia, y darte cuenta que no es ningún bus Greyhound sino más bien una chiva la que nos está llevando a la fiesta.
Están tocando música.
La visita del Papa ya se encuentra en una lista de canciones (despásate hasta el final de este artículo), pero si prefieres algo más reverente, el coro papal Filadelfia 2015 conformado por 500 miembros (que incluye a los coros de niños de la Arquidiócesis y de las escuelas secundarias) ya está ensayando y cantando “The Spirit of the Lord” por Philip Stopford, presentada aquí por primera vez por el coro de la Basílica de la catedral el 16 de septiembre de 2011.
Y siempre está la canción “A Dios Le Pido”, del superestrella colombiano Juanes, y “Quizás, Quizás, Quizás”, de Andrea Bocelli, ambos de los cuales compartirán el escenario con el Papa Francisco en el Festival de las Familias. Personalmente, creemos que “Quizás, Quizá, Quizá” sea una respuesta bastante buena a todos esos rumores alarmistas sobre la visita del Papa que han estado circulando.
El bus se pondrá ruidoso con más voces y más idiomas
El Encuentro Mundial de las Familias será la primera parada en la ruta hacia el Papa, y sabemos que personas de todos los EE.UU., Vietnam, Canadá, Colombia, Nigeria, México, Paquistán, República Dominicana y la República Democrática de Congo están todos a bordo. Y todo eso es antes de que lleguemos al fin de semana Papal.
Como en una verdadera chiva en la que todos están sentados cachete con mejilla y metiéndose unos en los asuntos de otros, esta llegada de personas de todas partes significa que podremos experimentar lo que es estar en un verdadero destino global. Algún día eso no será ninguna novedad para nosotros. Pero ese día no ha llegado aún.
Hay comida abordo.
El Potbelly ya tiene un batido oficial (y oficialmente sancionado) que se denomina #PopeinPhilly milkshake, pero hay muchas cosas no sancionadas del Papa-en-Filadelfia que también se están dando. El McGillin’s Olde Ale House ha cambiado el nombre de la comida que ofrece (Papa-tinis, Pie del buen Pastor, Papa-fritas y Panes y Peces) para la semana en que se celebrará el Encuentro Mundial de las Familias y el fin de semana papal. Sin duda, mientras redactamos estas líneas, se están otorgando los permisos a los puestos móviles de comida.
Es colorido.
Hay un mural en perspectiva. La pintura ya fluye. Y, gracias a Dios, no contiene nada apagado o vergonzoso.
Filadelfia se encuentra en su mejor forma cuando está viva e intrépida, y demasiado contenta para entrar en pánico.
DEJE UN COMENTARIO:
¡Únete a la discusión! Deja un comentario.