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Donald Trump, presidente de EE. UU. EFE
Donald Trump, presidente de EE. UU. EFE

La guerra de Trump contra los refugiados daña la economía

No se deje engañar, la guerra despiadada de Donald Trump contra los inmigrantes no se limita a los indocumentados, como afirma en un intento fallido de…

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Él y sus secuaces también persiguen a miles de personas que buscan asilo en los EE. UU. tras haber logrado huir de la violencia de regímenes asesinos y bandas de narcotraficantes que a menudo han sido respaldados, creados o tolerados por los EE. UU.

Un nuevo y revelador informe recién publicado por el Instituto de Política Fiscal (FPI) en asociación con Tent Foundation deja en claro que la guerra racista de Trump contra los inmigrantes -específicamente los refugiados en este caso- también daña la economía.

La administración Trump, con una furia xenófoba, ha reducido tanto el número de refugiados admitidos en los EE. UU. que resultaría risible si no fuera porque afecta peligrosamente la supervivencia de cientos de miles de personas en todo el mundo. Este año, a pesar de la supuesta preocupación de Washington por el sufrimiento del pueblo sirio, Estados Unidos ha admitido un total de 11, sí, once, refugiados de Siria. Una hipocresía repugnante.

Este informe meticulosamente investigado seguramente hará que nos preguntemos si los verdaderos “animales” son las personas que, ingenuamente, buscan protección en los EE. UU. o la camarilla racista que se ha apoderado de la Casa Blanca.

¿Pero qué se puede esperar cuando el presidente del país llama cruelmente “animales” a personas desesperadas que huyen de sus países para salvar sus vidas y buscar refugio en los Estados Unidos, el autoproclamado campeón de los derechos humanos?

“Tenemos gente entrando al país o tratando de entrar, estamos deteniendo a muchos de ellos”, dijo Trump. “No creerían lo malas que son estas personas. Estas no son personas, estos son animales, y los estamos sacando del país a un nivel y en un ritmo que nunca antes había sucedido”.  Dejémonos de medias tintas: estas son palabras cargadas de puro odio.

Como escribió la columnista del Miami Herald, Fabiola Santiago: “Estamos hablando de mujeres y niños con los rostros rotos y sufrientes de personas que huyen de terribles circunstancias inimaginables para la mayoría de los estadounidenses. Estamos hablando de hombres cuyo crimen es luchar para dar a sus familias una vida mejor. ‘Animales’ y ‘no personas’. No hay excusa para ese lenguaje”.

El informe del FPI, “Refugiados como empleados”, publicado esta semana, deja en claro lo absurdo de decidir qué tipo de medidas de inmigración deberían implementarse guiándose por el fanatismo y la ignorancia. También deja en claro la injusticia de atizar el odio y el miedo a los refugiados mediante su deshumanización.

“Ya hay muchos datos que demuestran que a los refugiados les va bien una vez que han tenido la oportunidad de establecerse en los EE. UU.”, señaló David Dyssegaard Kallick, director de la Iniciativa de Investigación de Inmigración del Instituto de Política Fiscal. “Y ahora podemos ver que también funciona bien para los empleadores”.

El informe, basado en más de 100 entrevistas, incluyendo 26 empleadores de refugiados en cuatro regiones del país - Eastern Nebraska, Phoenix, Arizona, el área metropolitana de Atlanta y el norte de Nueva York, encontró que los empleadores que han contratado refugiados han tenido una experiencia muy positiva.

“Aquellos empleadores entrevistados abrumadoramente registraron tasas de rotación de personal más bajas, y como corolario natural se observó una mayor cantidad de personal de reclutamiento”, dijo Dyssegaard Kallick. “En muchos casos, los ajustes que los empleadores hicieron para que el empleo de refugiados funcionara bien también condujo a mejoras generales: los gerentes llegaron a ser mejores gerentes al tener que trabajar en cuestiones como tener empleados con menos habilidades en inglés o aprender a evaluar posibles contrataciones en una base más amplia.” Ganancia neta para todos.

Este informe meticulosamente investigado seguramente hará que nos preguntemos si los verdaderos “animales” son las personas que, ingenuamente, buscan protección en los EE. UU. o la camarilla racista que se ha apoderado de la Casa Blanca. Saque usted sus propias conclusiones.

El nombre completo del informe es “Refugees as Employees: Good Retention, Strong Recruitment.” Puede acceder a él en el sitio web del Instituto, www.fiscalpolicy.org.

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  • Refugees as Employees: Good Retention
  • Strong Recruitment. Donald Trump
  • Fiscal Policy Institute