"El voto latino será decisivo en las próximas elecciones", hemos escuchado esto durante mucho tiempo, pero hasta ahora no ha sido más que una ilusión. Y sin lugar a duda, Donald Trump, quien ha logrado que la corrupción sea la ley de la Nación, utilizará todos los trucos sucios en su extenso y despreciable repertorio para evitar una gran participación latina.

En cualquier caso, es prudente tener cuidado con lo que se desea, porque una participación masiva de latinos el día de las elecciones puede no garantizar la victoria del mejor candidato (o del menos malo). Después de todo, el 29% de los latinos votaron por Donald Trump en 2016 (¿se odian a sí mismos?), y este aún tiene un apoyo entusiasta entre los votantes latinos de Florida y Texas.

Sin embargo, lo que sí es real es que la demografía respalda la idea de que esta vez los hispanos realmente pueden convertirse en los que elijan al próximo presidente, sea quien sea. 

Por primera vez, hay más votantes potenciales latinos que negros, el énfasis está en "potencial" ya que el fracaso de la comunidad latina en aparecer en las urnas es histórico. Más de la mitad de los 27 millones de votantes latinos elegibles no ejercieron su derecho en 2016.

Es alentador que el apoyo latino para Bernie Sanders siga creciendo y volviéndose más sólido, algo que fue probado en Nevada el sábado pasado por primera vez.

"Creemos que la atención médica es un derecho humano para todas las personas", dijo Sanders en un mitin hace dos semanas, un mensaje que resonó fuertemente entre los votantes hispanos, especialmente los más jóvenes. "Vamos a enfrentar la codicia de las compañías de seguros y las compañías farmacéuticas y vamos a aprobar un programa de Medicare para Todos".

El hecho es que, según una encuesta del Centro de Investigación Pew de votantes demócratas y de tendencia demócrata el mes pasado, Sanders tenía la ventaja entre los latinos a nivel nacional: el 30% estaba a favor del senador de Vermont, el 22% apoyaba a Biden, el 11% apoyaba a la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren. Los demás apenas contaban.

Esto, por supuesto, es alentador, pero nadie debería descansar en esos laureles. 

Cuente con que Trump va a usar todos los trucos sucios en su libro para descarrilar el apoyo latino a Sanders, quien ha sido el favorito en diez encuestas al momento de escribir esta columna. Y no descarte el voto cubanoamericano en Florida, fuertemente pro-Trump, por vergonzoso que sea.