Neftalí Pérez aún es relativamente nuevo en Filadelfia. Tras mudarse de República Dominicana al barrio de Olney, hace cuatro años, su principal forma de conocer la ciudad ha sido el SEPTA.

Hoy en día, sus rutas son muchas: los autobuses 47 y 54, para ir al colegio; el 33, para ver a su tío; el 53, para ir al gimnasio; y el 89 o la línea Market-Frankford, para ver a sus amigos en un partido de béisbol en Juniata o en el Fashion District. Si bien tiene diferentes recorridos, como el mismo Pérez lo afirma, el más importante es el viaje diario que hace al Providence Center en el autobús 47.

Desde noviembre de 2021, Pérez ha sido un líder en el centro juvenil y familiar con sede en Fairhill. Forma parte de un selecto grupo de adolescentes contratados por la organización para ser mentores y cuidar a los niños más pequeños, que llegan todos los días para recibir ayuda extracurricular y hacer otras actividades.

En palabras de Pérez, “La comunidad de Providence Center es buena. Me puse en contacto con su gente, me sentí cómodo con ella y se convirtió en parte de mi vida”

“La comunidad de Providence Center es buena. Me puse en contacto con su gente, me sentí cómodo con ella y se convirtió en parte de mi vida”.

Su trabajo lo abarca todo cuando se trata de cuidar a los niños más pequeños que acuden al centro: ayudarles con las tareas, darles consejos para el colegio, jugar y crear actividades en grupo. El trabajo es duro, pero Pérez no se lo toma a la ligera; en sus palabras, “Soy un modelo para ellos, y eso significa mucho para mí porque es la primera vez que interactúo con niños y los cuido”.

A la cabeza de Pérez, en su esfuerzo por guiar y conectar con más jóvenes en el Providence Center, está Shaakinaa Drakeford, la coordinadora del programa para jóvenes del centro. En ese cargo no solo supervisa el crecimiento y el desarrollo de Pérez como líder adolescente, sino también el programa extraescolar llamado Power, para niños más pequeños.

El viaje diario de Drakeford también es en el SEPTA, pero además del 47, en el que también viaja Pérez, Drakeford toma los autobuses 26 y 18 para iniciar el viaje desde su casa, por los alrededores de la Lasalle University.

Para ella, que lleva toda la vida en Filadelfia, el SEPTA ha sido una constante: “He tomado casi todas las formas de transporte del SEPTA que se puedan imaginar”.

Lo que aprecia en estos días es ver cómo cambian los barrios y la gente desde la ventanilla del autobús en su viaje diario. 

Drakeford describe el lugar donde empieza la ruta como “tranquilo”: “No oirás a nadie hablar mucho ni comunicarse mucho entre sí… No está necesariamente orientado a la familia ni es cálido y difuso”. Pero eso cambia en el momento en que se sube al bus 47 en dirección sur hacia el Providence Center: “Es totalmente diferente: hay colores brillantes, la gente habla con pasión, todo el mundo se mezcla con todo y es tan amable”.

En pocas palabras, Drakeford llega al trabajo todos los días con energía gracias a sus interacciones en el autobús, o al menos con una historia para contar a los compañeros de trabajo. Trabajar fuera de Fairhill le permite a Drakeford aprovechar el trayecto para conectar con la gente de la comunidad circundante.

Así fue como Pérez encontró el Providence Center. Mientras caminaba para tomar el bus 47 de regreso a casa, se encontró con una mujer que trabajaba en el centro haciendo lo mismo: “Ella me paró y me dijo: ‘¿Quieres conseguir un trabajo?’”.

El resto es historia, y el Providence Center se ha convertido en un segundo hogar tanto para Drakeford como para Pérez. “No considero esto un trabajo, es mi vida; esto es lo que hago cada día y definitivamente lo disfruto. Es el trabajo de mis sueños, disfruto impactando a muchos”, dice ella.

“No considero esto un trabajo, es mi vida; esto es lo que hago cada día y definitivamente lo disfruto. Es el trabajo de mis sueños, disfruto impactando a muchos”, dice ella.

A Pérez le queda un año más como líder adolescente antes de ir a la universidad. Su último sueño es ser un empresario, y está construyendo su base mientras hablamos en la Quinta y Huntingdon.

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