A pesar de tres proyectos de ley de estímulo que abordan las necesidades financieras de diferentes partes de la economía, todavía se hundió ante el cierre de COVID-19.

Esta semana, 4,4 millones más de estadounidenses solicitaron el subsidio de desempleo, llevando el número total de solicitudes a más de 26 millones desde que las cuarentenas por coronavirus comenzaron en el país a principios de marzo.

Desde 2010, el año en que la economía comenzó a crecer de nuevo tras la recesión de 2008, se han creado aproximadamente 22 millones de puestos de trabajo en los EE.UU.

En poco más de un mes, el cierre necesario por la pandemia de coronavirus ha acabado con la década de crecimiento y algo más.

El segundo proyecto de ley de estímulo, una inyección de dinero de 2 billones de dólares, con 350.000 millones de dólares para que las pequeñas empresas protejan los puestos de trabajo a través de un Programa de Protección de Cheques de Sueldos se agotó antes de que se presentara el último informe de desempleo. 

Más allá de más proyectos de ley de estímulo como este, lo único que muchos propietarios de negocios pueden hacer en el clima es la esperanza de aguantar y sobrevivir hasta que el gobierno reabra la sociedad.

La Casa Blanca ha publicado una guía para reabrir el país, pero en última instancia, pone la decisión final en manos de los gobernadores.

Algunos han decidido fijar una fecha difícil para que todos los negocios abran, mientras que otros tienen enfoques escalonados. 

En Georgia, el Gobernador Brian Kemp -que se retrasó en la aplicación de cualquier tipo de cuarentena- inició el proceso inicial para reabrir las empresas del estado el 20 de abril. 

El gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, se ha asociado con la Universidad Carnegie Mellon para crear una estrategia de reapertura en tres fases y con un código de colores. Está previsto para su primera des-escalada en el noroeste y centro-norte del estado el 8 de mayo. Otras partes del estado, más afectadas, no tienen un calendario todavía y es probable que estén a más de un par de semanas de salir de la fase roja del plan.

Tanto PA como Georgia están dentro de los 15 primeros en infecciones en los EE.UU.

A fin de cuentas, las pruebas, aunque cada vez están más disponibles, todavía faltan en algunas partes del país. Su escasez dificulta que se establezca un calendario en los estados más afectados. 

La abrumadora cantidad de archivos también ha causado que los sistemas informáticos en un par de estados se estrellen. 

Florida, que hasta ahora sólo ha pagado el 14% de sus solicitudes de desempleo, ha citado un atraso de cientos de miles de solicitudes y el gobernador de Nueva York Andrew Cuomo dijo que el sitio web de su estado se había "colapsado".