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Formulario de censo de Estados Unidos 2020 - foto de stock
 Formulario de censo de Estados Unidos 2020 - foto de stock

Censo 2020 en Estados Unidos: Cuando una pregunta se convierte en una amenaza

Lo que se conocía como un procedimiento gubernamental tradicional, desde 1790, ahora es un arma política peligrosa.

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The U.S. Census has been conducted every 10 years since 1790, but in the Trump era, history doesn’t seem to matter. There has been a lot of speculation about the impact of the 2020 count, in particular. 

El Censo en Estados Unidos se ha realizado cada 10 años, desde 1790. Pero en la era Trump la historia parece no importar. Estos últimos meses ha habido gran especulación sobre el impacto que podría acarrear el conteo de 2020.

Y es que en tiempo de Censo, ser tomado en cuenta es crítico. 

Sin embargo, el año entrante corre el riesgo de tener una tasa de respuesta mucho más baja.La especulación y retórica del contenido, sumado a la posible inclusión de una pregunta de ciudadanía, serían las culpables.

Una pregunta amenazante
En marzo de 2018, la Oficina del Censo de los Estados Unidos publicó las preguntas para el próximo conteo de 2020.

El Secretario de Comercio de los Estados Unidos, Wilbur Ross, aprobó la solicitud del Departamento de Justicia para agregar una pregunta de ciudadanía en el Censo de 2020. De ser aprobada, sería la primera vez que esta pregunta aparece en el cuestionario, desde 1950.

Para respaldar la decisión, el Departamento de Justicia declaró que la consulta permitirá un mejor recuento de ciudadanos en edad de votación   Lo cual reforzaría las protecciones anti discriminación del votante, de conformidad con la Ley de Derechos de Votación.

El formato habitual del documento, conocido como American Community Survey (ACS), tradicionalmente contenía preguntas relacionadas con edad,superficie de residencia, distancia al trabajo, capacitación profesional, entre otras. Desde 1950, incluso antes de la aprobación de la Ley de Derechos de Votación de 1965, este sondeo ciudadano ha rechazado el cuestionamiento del estatus migratorio de las personas encuestadas.

En los múltiples meses, desde el anuncio de Ross, se ha registrado un rechazo considerable por parte de la ciudadanía.  Puesto que la adición de esta pregunta abarcaría una multitud de problemas y aún se desconoce su efecto el propósito e impacto del censo en general.

El presidente Trump se ha mantenido firme en la necesidad de incluir la pregunta, como parte de su política anti inmigración. El daño que implica agregar esta pregunta, como forma de abordar la reforma migratoria, es una táctica que la administración ha utilizado desde el principio: el miedo.

"Mi reacción inicial fue que parecía que estaban tratando de politizar una parte clave de nuestra democracia, y eso me preocupa", dijo a AL DÍA Stephanie Reid, Directora de Philly Counts 2020.

En un tweet de marzo de 2018, Todd Schulte, presidente de FWD.us, escribió: "Esto está diseñado para descontar intencionalmente a los inmigrantes y las comunidades de color".

Desde el veto migratorio contra musulmanes, hasta las conversaciones sobre la construcción de un muro en la frontera México-Estados Unidos, el temor ha jugado un papel importante en  la reforma migratoria de la administración actual.

En un país liderado por una administración abiertamente anti inmigrante, que ha incrementado la persecución y detención de ciudadanos indocumentados, muchos interpretan la adición de esta pregunta como un "arma para la supresión de votos".

Como resultado, muchos estados han demandado judicialmente la adición de la pregunta de ciudadanía Particularmente los estados con un alto número de migrantes, pues serían los más afectados, si sus habitantes deciden no participar en el conteo por temor a declarar su estatus migratorio.

Luego de varios meses de incertidumbre, el 2 de julio, la Corte Suprema dictaminó que el Censo se imprimirá sin agregar la pregunta.

"Podemos confirmar que se tomó la decisión de imprimir el cuestionario del Censo Decenal de 2020 sin la pregunta de ciudadanía, y que la impresora recibió instrucciones para comenzar el proceso de impresión", escribió la abogada del Departamento de Justicia, Kate Bailey, en un correo electrónico enviado a grupos que apelaban la interrogante.

Sin embargo, en los días siguientes, el presidente Trump ha seguido insistiendo en que se debe incluir la pregunta y declaró que continuará buscando tomar medidas para que se agregue la pregunta.

El daño está hecho

A pesar de que el cuestionamiento no aparecerá en el cuestionario, los varios meses de discusiones alrededor del asunto han creado un entorno de escepticismo. Donde los migrantes temen participar en el censo, tanto a nivel local como nacional.

Existe cierta desconfianza que bien podría filtrarse en la decisión de la población de no participar.

"Creo que es muy fácil, en situaciones como esta, dejar que nuestras emociones nos superen y consumir el tiempo que tenemos para hacer un trabajo inteligente", dijo Reid.

Philly Counts 2020 es el esfuerzo generalizado de la ciudad para aumentar la comprensión en  la importancia del censo, educar al público sobre cómo participar y garantizar respuestas del público para un conteo justo y preciso.

"Estamos tratando de mantenernos realmente enfocados en nuestro plan, a pesar de lo que evidentemente es una distracción significativa en este momento", agregó Reid. "Creo firmemente que tenemos la capacidad de mitigar el daño armando a las personas con información precisa, y eso es lo que planeamos hacer en mi oficina".

A nivel nacional, la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Designados (NALEO) también está desempeñando su papel, especialmente para con la población latina.

“Si bien la batalla legal sobre la cuestión de la ciudadanía continúa en los tribunales inferiores, sabemos que este esfuerzo por socavar el progreso de la comunidad latina y suprimir el conteo de latinos ha dejado su huella en el Censo 2020”, el CEO y Fundador del Fondo Educativo de NALEO, Arturo Vargas Dijo a AL DÍA.

"Nuestro trabajo movilizando al segundo grupo poblacional más grande de la nación sigue siendo más importante que nunca a medida que intentamos reconstruir la confianza que se ha erosionado a lo largo de esta lucha", agregó. "Al estar al lado del liderazgo y los aliados latinos de nuestra nación, trabajaremos para educar a nuestra comunidad sobre este importante desarrollo y asegurarnos de que todos los latinos sean incluidos en el Censo de 2020".

Todos deben ser, y quieren ser, contados en el censo, los inmigrantes incluidos.

El costo de un conteo erróneo
Además de contar a la población, el Censo en EE.UU. se realiza para determinar la cantidad de escaños que cada estado tiene en la Cámara de Representantes, así como la distribución de fondos para las comunidades locales.

La Oficina del Censo afirma: "Según lo estipulado por la Constitución de los Estados Unidos, nuestra nación solo tiene una oportunidad cada década para contar a su población".

El censo nos afecta a todos, y es por ello que es tan importante que las personas participen.

"Un conteo incompleto perjudicaría a toda nuestra comunidad porque reduce los recursos", dijo a AL DÍA Daniella Nahmias Scruggs, Directora de Desarrollo de HIAS Pennsylvania.

Cuanto mayor sea el número de personas que participan en el censo, más se beneficiará la comunidad de los $ 675 mil millones fondos anuales que se gastan en cosas como escuelas, programas de almuerzos escolares, hospitales, Medicaid, Medicare, carreteras, obras públicas, y otros programas vitales.

Las empresas usan datos del censo para decidir dónde construir fábricas, oficinas y tiendas, lo que a su vez crea empleos y ayuda al crecimiento de las empresas.

Los desarrolladores también utilizan la información del censo para construir nuevas viviendas y revitalizar vecindarios antiguos. Los gobiernos locales usan los datos para la seguridad pública y la preparación para emergencias, mientras que los residentes lo usan para apoyar iniciativas comunitarias que involucran legislación, calidad de vida y defensa del consumidor.

En 2018, la Oficina del Censo de EE.UU. proyectó que para el 2045, los datos demográficos de la nación se transformarán al punto de hacer de los blancos una minoría.

Se espera que este próximo censo comience a mostrar ese cambio demográfico. Sin embargo, si los grandes grupos poblacionales optan por no participar, debido al miedo infundado desde la Casa Blanca, los números finales no reflejarán con precisión la verdadera identidad de la nación.

Una perspectiva más allá del 2020

La reforma migratoria continuará siendo un punto focal de la administración actual, con o sin la pregunta de ciudadanía en el cuestionario.

Sin embargo, los inmigrantes también continuarán siendo parte principal de la estructura de los Estados Unidos. El censo no puede, y no debe, ser usado como una táctica para ignorar a los inmigrantes que están en este país.

"Creemos en un país que refleja a todos", dijo Scruggs.

Una pregunta de ciudadanía en el censo haría precisamente lo contrario.

El conteo tampoco debe utilizarse como una táctica para manipular el poder político, que parece ser una de las principales motivaciones detrás del impulso para agregar la pregunta.

En vista de los nuevos mecanismos utilizados por Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para localizar y detener a los inmigrantes, la incorporación de esta pregunta en este preciso momento político deja muy poco espacio para la duda al determinar si la información proporcionada se usaría para detener y deportar inmigrantes.

El 11 de julio, el presidente Trump abandonó su campaña de agregar la pregunta de ciudadanía al censo. En cambio, pidió a las agencias gubernamentales que buscaran medios alternativos para determinar el número de ciudadanos y no ciudadanos en el país.

Un poco antes, The Hill reveló que la Cámara votará la próxima semana para que Ross y el Fiscal General de los Estados Unidos William Barr sean procesados por desacato al haber guardado información relacionada con el censo.

A medida que esta saga llega a su fin, con el cuestionario listo para ser impreso  i, una cosa es segura: la batalla contra los inmigrantes y los no ciudadanos en los EE.UU. sigue en pie.

Es una batalla que probablemente producirá más giros y vueltas en los próximos meses en el camino hacia las elecciones 2020 y probablemente muchos años después.