Poco antes de las seis de la tarde del lunes 27 de junio de 2022, un trabajador de la ciudad de San Antonio fue alertado por gritos de auxilio de la presencia de un remolque de tractor abandonado en el arcén de la carretera de Quintana, en las afueras del suroeste de la ciudad. Se trata de un tramo de carretera rural con pequeños árboles y hierba seca a lo largo de la misma y que linda con unas vías de tren.

El trabajador alertó a las autoridades, que llegaron poco después para descubrir al menos 48 inmigrantes muertos en la parte trasera del sofocante tractor-remolque. Otras dos personas murieron más tarde en los hospitales. Otros 16 -12 adultos y cuatro niños- fueron trasladados a centros médicos locales y se espera que sobrevivan, según el jefe de bomberos de San Antonio, Charles Hood.

Según los informes preliminares, entre los 50 fallecidos había inmigrantes de México, Guatemala y Honduras, y se cree que todos eran indocumentados. Hood también señaló que no había niños entre los muertos.

Aun así, entró en detalles espantosos sobre la escena que descubrieron sus bomberos en una conferencia de prensa el lunes por la noche.

"No se supone que abramos un camión y veamos pilas de cadáveres ahí dentro. Ninguno de nosotros viene a trabajar imaginando eso", fue citado por People.

Hood también dijo que los 60 miembros del Departamento de Bomberos de San Antonio que respondieron se someterán a un interrogatorio de estrés por incidente crítico.

Las temperaturas registradas en San Antonio el lunes alcanzaron los 103 grados, y Hood dijo que el tractor-remolque estaba refrigerado, "pero no había ninguna unidad de aire acondicionado visible que funcionara en esa plataforma". Tampoco había rastro de agua.

"Los pacientes que vimos estaban calientes al tacto. Sufrían un golpe de calor, un agotamiento por calor", dijo.

El Departamento de Seguridad Nacional ha abierto una investigación federal, ya que las autoridades siguen tratando de averiguar cómo se abandonó el tractor-remolque en el arcén, cerca de las vías del tren.

"Tengo el corazón roto por la trágica pérdida de vidas hoy y estoy rezando por aquellos que todavía luchan por sus vidas", escribió el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, en Twitter. "Se han perdido demasiadas vidas mientras los individuos -incluyendo familias, mujeres y niños- realizan este peligroso viaje".

El alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, lo calificó de "nada menos que una horrible tragedia humana".

"Tenían familias y probablemente intentaban encontrar una vida mejor", dijo.

Nirenberg también dijo que espera que los que hicieron pasar a los migrantes por "tales condiciones inhumanas sean procesados con todo el peso de la ley."

También han respondido el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, quien identificó a los fallecidos como 22 mexicanos, siete guatemaltecos y dos hondureños, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y el guatemalteco Alejandro Giammettei.

"Esta es una amarga prueba de que hay que seguir insistiendo en apoyar a la gente para que no tenga que salir de sus pueblos a buscarse la vida al otro lado de la frontera", dijo AMLO.

Al principio de la investigación, el San Antonio Express-News, ha informado que el camión utilizado para transportar a los migrantes era un "clon" de uno propiedad de la empresa Betancourt Trucking and Harvesting Company, con sede en Alamo, Texas. Tenía el mismo color y los mismos números de identificación del Departamento Federal de Transporte y del DOT de Texas, pero no tenía el logotipo de la empresa.

Se informa de que hay tres personas detenidas, pero su relación con el camión aún no está clara.

La cadena de televisión local KSAT también califica la tragedia como la peor de la historia de San Antonio. El sur de Texas es el lugar de la frontera entre Estados Unidos y México donde se producen más incidentes de cruce y tráfico de migrantes. 

En 2017, ocho migrantes fueron encontrados muertos en la parte trasera de un camión igualmente sofocante en un estacionamiento de Walmart. Dos más murieron en el hospital. El conductor, James Matthew Bradley Jr, fue condenado a cadena perpetua un año después.

Anteriormente, en 2003, 19 migrantes fueron encontrados muertos en la parte trasera de un camión que viajaba a Houston.