En un momento clave en las relaciones diplomáticas entre los países vecinos, la embajadora estadounidense en México, Roberta Jacobson, anunció a través de su cuenta en Twitter, y en español, que dejará el puesto a principios del mes de mayo, “para buscar nuevas oportunidades”.

Después de 31 años trabajando para el gobierno estadounidense, y tras una carrera llena de logros diplomáticos, Jacobson se une a la lista de funcionarios gubernamentales que abandonan el barco de Trump, junto al embajador Joseph Yun (diplomático encargado de las políticas con Corea del Norte) y al embajador John Feeley en Panamá, según explicó CNN.

Jacobson agregó que su decisión había sido tomada “sabiendo que la relación México – Estados Unidos es fuerte y crucial, y que el increíble equipo de nuestra misión en México continuará cerciorándose de que así sea”.

Siendo uno de los últimos vestigios de la administración Obama, Jacobson ha dejado el puesto sin confirmar quien le suplantaría, pero durante el día jueves varios medios reportaron que el Presidente Trump ya tendría un candidato en mente.

Según reportó el diario mexicano Reforma, Trump habría nominado al ex director ejecutivo de General Motors, Edward Whitacre Jr. como sucesor de Jacobson, y estaría a la espera de su confirmación.

Un comunicado de prensa oficial del gobierno mexicano ha asegurado que “es responsabilidad del gobierno estadounidense informar al público sobre quién ha sido asignado para dirigir su embajada en México”, según reportó el diario The Hill.

De ser cierta la nominación de Whitacre Jr., las relaciones diplomáticas con México estarían dando un giro más económico que político, insinuando una aproximación al conflicto entre ambos países que se enfoque más en los acuerdos fronterizos empresariales que en limar asperezas.

Whitacre fue un ejecutivo automovilístico con fuertes conexiones en México, incluyendo una profunda amistad con el hombre más rico del país, Carlos Slim.

La intervención del ex director ejecutivo de GM podría estar dirigida a la renegociación del acuerdo comercial entre Canadá, Estados Unidos y México (TLCAN), que ya ha sobrevivido a seis sesiones, quedando una última fijada para el 6 de marzo, según explicó la BBC.

Como explicó el coordinador de comercio exterior para América Latina de la firma internacional de abogados Baker Mckenzie al medio, “uno de los temas en donde hay una brecha grande para llegar a un acuerdo es el de las normas de origen en el sector automotriz”, expresó.

La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), mantuvo su postura con respecto a las normas de origen, señalando que deben conservarse “como están actualmente en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte”, algo con lo que Estados Unidos no está completamente de acuerdo, pues insiste en la modificación del beneficio estadounidense por las piezas nacionales que se ensamblan en México, según reportó el medio mexicano 24 horas.

Es de esperarse que el frente mexicano insista en estas cláusulas, considerando que es uno de los pocos aspectos del acuerdo que ha tenido “un éxito notorio para México (…) fomentando el desarrollo de una enorme industria automotriz en el centro y norte del país, una de las regiones del mundo que ya compiten y en ocasiones ganan a Detroit en la producción de autos”, como continúa la BBC.

Entre las inminentes elecciones presidenciales en México y las de mitad de período en Estados Unidos, la nominación de Whitacre Jr. a la embajada estadounidense se percibe como un adelanto de peones en un tablero de ajedrez que Trump insiste en seguir jugando como empresario y no como presidente.