El discurso del Estado de la Unión de Trump fueron los 80 minutos más coherentes en toda su carrera política; coherentes porque logró mantener un hilo discursivo, porque logró evitar (en gran parte) sus icónicas muletillas y porque mantuvo su explosivo temperamento al margen. Pero cada una de sus frases destapaba no sólo la inestabilidad de su gobierno sino el peligro que supone tenerle al mando de uno de los países más poderosos del mundo.

Mientras muchos esperaban que abordara los verdaderos aspectos conflictivos de sus 12 meses en el cargo (la crisis en Puerto Rico, su ataque contra los inmigrantes, su favoritismo por el extremismo de derecha o el Russiagate), el presidente repitió su esquema de campaña, atribuyéndose logros que no le corresponden y transformando sus peligrosas promesas en una tácita orden al Congreso.

Estas son las 5 cosas más peligrosas que dijo el mandatario:

1. El crecimiento económico y el desempleo son obra de su gobierno

“Desde las elecciones, hemos creado 2.4 millones de puestos de trabajo nuevos, incluyendo 200.000 tan solo en manufactura (…) Las solicitudes de desempleo han alcanzado su mínimo en 45 años”. Si bien esta cifra pareciera cercana a los datos manejados por los medios, el crecimiento económico del país (y en especial el desempleo en las comunidades afroamericanas) son un fenómeno anterior al gobierno de Donald Trump. El peligro de este tipo de maniobras políticas es la destrucción de la trayectoria histórica de la política estadounidense, en miras de convencer al público menos educado de que “todo estaba mal antes de que nosotros llegáramos”. 

2. La crisis de los opioides es culpa del tráfico

Desde que declarara la epidemia de adicción a opioides en el país como crisis el pasado mes de octubre, Trump ha insistido en que la seguridad fronteriza es fundamental para combatirla, así como los cambios en las políticas de inmigración. Pero según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, el 40% de las muertes por opioides en el 2016 fueron por causa de analgésicos con prescripción médica. Si el presidente insiste en solventar sus problemas a través de estratagemas políticas que convengan sólo a sus ideologías, esas tasas de muerte no harán sino escalar.

3. El terrorismo justifica la perpetuidad de la prisión en Guantánamo

Trump pidió al Congreso mantener abierta la prisión en Guantánamo para “asegurar que en la lucha contra ISIS y al-Qaeda, sigamos teniendo todo el poder necesario para detener terroristas”. ¿Esto implicaría también el mantenimiento de mecanismos de tortura y la violación al derecho internacional? Así lo insinuó el presidente en unas declaraciones el 26 de enero del 2017, y su solicitud de mantener Guantánamo abierta pareciera ser otro intento por cumplir sus peligrosas promesas.

4. Estados Unidos castigará a quienes no estén de acuerdo con sus políticas

Haciendo referencia a su orden presidencial de reubicar la embajada estadounidense de Israel en Jerusalén, Trump pidió al Congreso otorgar los fondos de asistencia extranjera “a los amigos de Estados Unidos, no a sus enemigos”, catalogando de tales a quienes se opusieron a su decisión en la Asamblea General de las Naciones Unidas. El presidente estaría así confundiendo el derecho autónomo de un país con su participación en organismos de cooperación internacional, lo que derivaría en un aislacionismo típico de un preámbulo a un conflicto mundial.

5. Estados Unidos rearmará su arsenal nuclear

“Como parte de nuestra defensa, debemos modernizar y reconstruir nuestro arsenal nuclear, esperando nunca tener que usarlo”. Si bien la administración Obama había permitido un proyecto de financiamiento para modernizar el armamento nuclear nacional, ha sido la agresiva diplomacia de Trump la que ha aumentado la tensión con regímenes como el de Corea del Norte, instigando a un conflicto internacional. Para especialistas en ciencias políticas, “este es probablemente el peor mensaje que pudo haber enviado al Norte sin emitir una amenaza militar directa”.