La gentileza del cuestionario de Mueller
El abogado especial de la investigación Rusa, Robert Mueller, ha entregado una serie de preguntas que “quisiera” que el presidente Trump respondiera en una…
Robert Mueller ha elevado su última bandera roja frente al involucramiento del presidente Trump en la investigación llevada a cabo sobre presunta colusión entre Moscú y su campaña presidencial.
A principios de semana, los medios hicieron pública una serie de preguntas que el abogado “quisiera que el presidente respondiera en una entrevista”, según el reportaje del New York Times.
Desde el conocimiento de las conversaciones de Michael T. Flynn (ex asesor de seguridad de su gabinete) con funcionarios rusos, hasta la naturaleza e intención de sus twitts personales, Mueller tuvo la delicadeza de entregar al equipo legal de Donald Trump las preguntas que el presidente debería responder ante su equipo.
Para muchos, la lista de Mueller representa “el examen a libro abierto más fácil” en asuntos legales, como dijo el anfitrión del Daily Show, Trevor Noah, pero la agenda del abogado especial parece ir más allá.
Durante la conversación semanal de Five Thirty Eight, Micah Cohen (editor político), Perry Bacon Jr. (escritor), Clare Malone (redactor político) y Nate Silver (editor en jefe) desmenuzaron la filtración de las preguntas de Mueller suponiendo una estratagema mediática detrás.
“Estoy un poco escéptico de que esta sea la real lista de Mueller, pues parecen un poco obvias”, asegura Perry.
Para Silver, las preguntas abiertas de Mueller dejan el campo libre para que Trump pueda elaborar, y esta es precisamente el arma de doble filo.
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“Es como si te prepararas para una entrevista potencialmente hostil y aceptaras repasar los temas con el entrevistado con anterioridad, pero no las preguntas específicas”.
Si bien las preguntas podrían parecer un poco vagas o “abiertas”, lo que sí muestran es la línea de análisis de Mueller, quien ha armado la investigación paulatinamente desde la injerencia rusa en los comicios del 2016 hasta la naturaleza de los negocios de Trump y su familia.
Sin embargo, y según Michael S. Schmidt en su análisis para el Times, “la mayoría (de las preguntas) se refieren a una posible obstrucción de la justicia, demostrando cómo una investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones creció hasta incluir una examinación de la conducta del presidente en el puesto”.
El presidente no ha dudado en ridiculizar, desprestigiar y reprochar la investigación de Robert Mueller, pero la determinación del abogado sigue intacta.
Según una noticia publicada por Carol D. Leoning y Robert Costa en el Washington Post, si el presidente se negara a dar una entrevista voluntariamente, “Mueller respondió que tendría otra opción: podría emitir una citación para que le presidente comparezca ante un gran jurado”, de acuerdo a cuatro personas familiares con el encuentro.
Al parecer, tanto Mueller como su supervisor, Rod J. Rosenstein, no permitirán que Donald Trump esté por encima de la ley.
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