Este verano los estudiantes del movimiento #NeverAgain y organizadores de la llamada “March For Our Lives” (“Marcha por Nuestras Vidas”), estarán de gira por varios estados del país para “educar a los jóvenes, registrarles y motivarles a votar”, en lo que han llamado “Road to Change” (“El Camino del Cambio”).

Según explica su página web, la gira comenzará el viernes 15 de junio en Chicago, donde se unirán a la Marcha de la Paz, una movilización estudiantil organizada por la St. Sabina Academy.

“Cuando las personas alrededor del país se unieron a la Marcha por Nuestras Vidas hace tan sólo dos meses, le demostramos a los políticos que nos rehusamos a aceptar la violencia por armas de fuego como un asunto irresoluble,” explica el movimiento. “Este es el momento de transformar nuestra energía en acción”.

La ruta comprende más de 50 paradas en 20 estados que incluirán Iowa, Texas, California, Carolina del Sur y Connecticut, con un tour “separado” en Florida con 25 paradas tan sólo dentro del estado.

“Iremos a lugares donde la NRA ha comprado y pagado a los políticos que se rehúsan a dan pasos sencillos para salvar nuestras vidas”, continúa el comunicado de su web. “Y visitaremos varias comunidades que se han visto afectadas por la violencia de armas para conocer a otros sobrevivientes y utilizar nuestras voces para hacer eco de las suyas”.

Los estudiantes Cameron Kasky, Emma González y David Hogg son algunos de los representantes del movimiento que participarán de la gira.

Durante una conferencia de prensa el día lunes, Kasky aseguró que, a pesar de todos sus esfuerzos mediáticos y de organización, la meta final de su organización es estimular la participación en las elecciones.

“Podemos marchar, podemos traer a nuestros políticos a la luz y asegurarnos de hacerles responsables. Pero al final del día, el verdadero cambio surge del voto”, aseguró.

El movimiento que ahora encabezan estos jóvenes surgió después de la terrible tragedia en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland Florida, el 14 de febrero de este año, donde 17 estudiantes perdieron la vida tras un tiroteo en manos de un ex compañero de clase.

En vez de dejarse silenciar por el statu quo de la política estadounidense, estos jóvenes se organizaron junto a sus profesores y a su comunidad y sacudieron las bases de la tradición armamentística del país.

Ahora, su voz llegará a cada esquina de la nación.

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