El movimiento #NeverAgain le da un duro golpe a la NRA
Después de que un grupo de estudiantes iniciara una campaña contra el cabildeo de la National Rifle Association, varias cadenas y marcas han decidido cortar…
El tiroteo en la escuela Stoneman Douglas en Parkland (Florida), será recordado como el día en el que todo cambió para los grupos de fanáticos de las armas.
En una sociedad que se ampara bajo la Segunda Enmienda, un ejército de estudiantes ha decidido que es hora de poner las antiguas leyes en perspectiva con respecto a la velocidad del desarrollo armamentístico del siglo XXI.
“Desde la época de nuestros Padres Fundadores y desde que agregaron la Segunda Enmienda a la Constitución, nuestras armas se han desarrollado a una velocidad que me marea. Las armas han cambiado pero nuestras leyes no”, denunciaba la estudiante sobreviviente al tiroteo, Emma Gonzalez, en un discurso que encendió la llama del movimiento #NeverAgain (“Nunca Más”) y que pretende reformar la legislación en torno al derecho al porte de armas y la prohibición de venta de rifles de asalto a la comunidad civil.
Pero para organizaciones como la National Rifle Association (NRA), este tipo de gestas cívicas amenazan una poderosa industria que se esconde detrás del panfleto del “derecho auxiliar de la autodefensa” que promulga la Segunda Enmienda.
Su respuesta a la reacción mediática del #NeverAgain dejó en evidencia la agresividad y la incoherencia con la que este colectivo defiende las múltiples inversiones que posee a nivel nacional, y ha desvelado que, más allá de una sencilla organización de ciudadanos fanáticos de las armas, son un poderoso imperio.
Pero como toda Roma tiene su ocaso, la hegemonía de la NRA parece también estar llegando a su fin.
A principios de semana, los pesos pesados minoristas – Walmart y Dick’s Sporting Goods – anunciaron que pondrían en marcha nuevas medidas para restringir el acceso a sus productos armamentísticos. Según reportó el Chicago Tribune, la decisión de ambas cadenas impulsó una seguidilla de maniobras parecidas por parte de compañías como MetLife, Hertz e incluso Delta Air Lines, quienes poseían fuertes lazos comerciales con la NRA.
En un comunicado emitido el pasado miércoles, Dick’s anunció que detendría inmediatamente la venta de rifles de asalto en sus tiendas para cualquier persona menor de 21 años, y su director ejecutivo exigió a la NRA que se pusiera del lado de quienes solicitan leyes más fuertes en el porte de armas.
Siguiendo sus pasos, Walmart – el minorista más grande del país – también anunció que tomaría medidas parecidas y no permitiría a menores de 21 años acceder a cualquier tipo de armamento.
La pequeña cadena satélite de Dick’s, Field & Stream, también se sumó al movimiento solicitando a los legisladores tomar cartas en el asunto prohibiendo armas de asalto, culatas de repuesto y cartuchos de gran capacidad.
“Apoyamos y respetamos la Segunda Enmienda, y reconocemos y apreciamos que la gran mayoría de los poseedores de armas en este país son personas responsables y que cumplen la ley”, comunicó la cadena en una carta pública. “Pero tenemos que ayudar a solventar el problema que enfrentamos. La violencia por armas es una epidemia que está cobrando la vida de demasiadas personas, incluyendo a la brillante esperanza del futuro de Estados Unidos, nuestros niños”.
A medida que pasan los días, más tiendas y cadenas se suman al movimiento.
Durante el pasado jueves, dos minoristas de productos para la vida al aire libre decidieron también romper cualquier nexo con productos que tuvieran conexión con la NRA, según reportó The Hill.
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La cooperativa REI, una cadena de tiendas que no vende armas per se, emitió un comunicado anunciando que suspendería las órdenes de productos de la marca Vista Outdoor a manera de gesto en contra de las posturas de la NRA.
“REI no vende armas. Creemos que es responsabilidad de las compañías que producen y venden armas y municiones trabajar en soluciones con sentido común que prevengan el tipo de violencia que se vio en Florida el mes pasado”, dijo la compañía. “En los últimos días, hemos visto mucha acción por parte de compañías como Dick’s Sporting Goods y Walmart y aplaudimos su liderazgo”.
Otras cooperativas como Mountain Equipment de Canadá anunciaron que también cortarían lazos con Vista debido a su producción de armas de asalto, así como con sus marcas derivadas como CamelBak, Giro y Bell.
Pero quizás uno de los golpes más duros que pueda recibir la NRA se vea a través de su cabildeo político, en especial durante las elecciones de mitad de período este año.
Según explicó el analista político Mark Plotkin a The Hill, aceptar dinero de la NRA podría “inhabilitar” políticamente a cualquier candidato en el 2018.
Después de la surreal reunión entre el presidente y legisladores de ambos partidos para abordar el tema del control de armas, el terreno para las elecciones de noviembre parece inclinarse más a la agenda demócrata, pero por accidente, pues los líderes de ambos partidos siguen sin demostrar un verdadero liderazgo.
Es por ello que para Plotkin, “el verdadero culpable es la NRA”.
“No nos engañemos. La NRA ha logrado manejar el debate entero durante décadas. Incluso se opusieron a un modesto cambio como lo es el elevar la edad mínima para comprar un arma de 18 a 21 años”, explicó.
Para el analista, son los candidatos que se aprovechen de la oleada de rechazo contra la NRA quienes podrían tener una mayor oportunidad de salir electos.
“Aquellos candidatos que sigan aceptando dinero de la NRA deberían pagar un precio. El precio es la derrota en las urnas electorales”, añadió. “Lamento decir que un verdadero y fundamental cambio no ocurrirá hasta que los candidatos apoyados y financiados por la NRA pierdan, y pierdan en grande”.
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