IMF and World Bank officials
Los funcionarios del FMI: Pierre-Olivier Gourinchas, Economista Jefe; Petya Koeva Brooks, Subdirectora del Departamento de Estudios y Deniz Igan, Jefe de la División de Estudios Económicos, hablan sobre el futuro de la economía mundial. (Foto AFP)

Trump sacude los mercados y el FMI responde: "Está en juego el crecimiento mundial"

Mientras Trump insiste en su agresiva estrategia económica, el FMI advierte de que la economía mundial solo crecerá un 2,8% en 2025.

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En el corazón del poder financiero global, las Reuniones de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial transcurren este año bajo una sombra inesperada: la política económica del presidente Donald Trump.

Apenas iniciado el evento en Washington, el FMI actualizó su previsión de crecimiento para la economía mundial en 2025 y el diagnóstico fue claro: el mundo crecerá solo 2,8%, medio punto menos que en enero. El principal factor detrás de este frenazo, según el organismo, es la escalada arancelaria lanzada por Estados Unidos y la alta incertidumbre política que ha generado.

“Entramos en un período en el que el sistema económico global que conocemos desde hace 80 años se está reseteando”, advirtió Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI. “Más allá del alza masiva de aranceles, la incertidumbre pesa mucho sobre la economía y, de continuar, frenará el crecimiento mundial”, añadió en rueda de prensa.

El informe del FMI, presentado en el marco de estas reuniones, prevé que el comercio global de bienes y servicios apenas crezca un 1,7%, en comparación con el 3,2% que se había proyectado hace solo tres meses. Estados Unidos verá caer su crecimiento a 1,8% (-0,9 pp), mientras que México, uno de los más golpeados por los aranceles, sufrirá una contracción de 0,3%.

América Latina y el Caribe crecerán apenas un 2,0% en 2025, arrastrados por la desaceleración de sus socios del norte. China, blanco principal de la política comercial de Trump, registraría su menor expansión desde 1990: apenas 4% del PIB.

Solo España escapa parcialmente del enfriamiento global, con una expansión del 2,5%, gracias a la solidez del turismo y el empleo.

Un presidente contra su banco central

Al mismo tiempo, el presidente Trump ha desatado una nueva tormenta política al intensificar sus ataques contra Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, a quien acusa de no recortar las tasas de interés con suficiente agresividad.

El lunes, los mercados reaccionaron con pánico ante la posibilidad de una intervención directa de la Casa Blanca en la Fed. Wall Street cerró con una caída del 2,5% en sus principales índices. Aunque Trump afirmó horas después que “no tiene intención de despedirlo”, calificó a Powell de “gran perdedor” y reiteró que es “el momento perfecto” para bajar las tasas. Por eso, la mayor parte de los mercados respondió al alza este martes.

Powell, por su parte, ha optado por la cautela, consciente de que un recorte prematuro podría disparar la inflación, ya de por sí presionada por los efectos de los aranceles. El FMI estima que la inflación en Estados Unidos podría mantenerse en torno al 3% este año, por encima del objetivo del banco central.

El FMI como contrapunto

Desde el FMI, Kristalina Georgieva ha intentado bajar el tono a los temores inmediatos, afirmando que no se prevé una recesión global. Pero también ha hecho un llamado firme a preservar la cooperación internacional, señalando que el proteccionismo y la incertidumbre están dañando no solo las proyecciones, sino los fundamentos del sistema financiero global.

"La rápida escalada de las tensiones comerciales y los niveles extremadamente altos de incertidumbre política tendrán un impacto importante en la actividad económica global", afirma el informe base del organismo.

Además, el FMI advirtió que la incertidumbre podría dificultar el acceso de países emergentes a los mercados de deuda, aumentando el riesgo de crisis en el mediano plazo.

¿Y ahora qué?

A pesar del rebote de los mercados tras declaraciones más conciliadoras por parte de la Casa Blanca sobre las negociaciones con China y el papel de la FED, la desconfianza persiste. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, trató de calmar los ánimos asegurando que se espera una “desescalada” en el conflicto comercial, pero el daño ya está hecho: la volatilidad se instaló en los mercados y el liderazgo estadounidense se ve cuestionado dentro y fuera del país.

Las Reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial han puesto en evidencia algo que ya era palpable en los mercados: la economía global está siendo rehén de la política interna de Estados Unidos. Y aunque por ahora se descarta una recesión, el riesgo de una crisis más profunda está sobre la mesa.

Los próximos meses serán clave para ver si la Casa Blanca modera su discurso o si, por el contrario, insiste en el rumbo actual. El mundo observa, y los mercados responden.

Con información de AFP