Un año de la muerte del "Niño Lorenzo"

Lorenzo González, de ocho años, fue asesinado misteriosamente en su residencia mientras dormían su madre y dos hermanas.

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El asesinato del "Niño Lorenzo" cumple un año, un polémico caso que copa la atención mediática en Puerto Rico porque continua sin esclarecerse todavía la muerte del pequeño ocurrida en su casa.

El caso del "Niño Lorenzo" se remonta a una noche de hace 12 meses, fecha en la que Lorenzo González, de ocho años, fue asesinado en la residencia de Dorado de una acomodada familia en la que esa noche dormían la madre y dos hermanas del menor.

Los medios del país no han cejado desde entonces en su empeño por sacar a la luz datos de un caso que crea suspicacias entre la opinión pública por la posición prominente de la familia de la madre, que asegura no haber escuchado nada aquella noche.

La desconfianza en relación a la madre se vio incrementada desde el primer momento tras conocerse que varios hombres pasaron por la vivienda familiar aquella noche y el que las autoridades permitieran la limpieza del escenario del crimen la mañana siguiente.

Fiscalía y abogados de Ana Cacho, la madre del niño, han utilizado durante estos meses los medios de comunicación para dirimir sus diferencias en un caso en el que, un año después, no hay evidencias para presentar una acusación formal contra un sospechoso.

Cacho aprovechó hoy su presencia en una emisora de radio para reiterar su inocencia y cargar contra el Departamento de Justicia, por, dijo, no haber descubierto al asesino de su hijo un año después de los hechos de aquella fatídica noche.

La madre negó de nuevo la existencia de un pacto de silencio entre la familia y su entorno para ocultar al asesino de Lorenzo.

Ana Cacho, incluso, insinúa, en una emotiva carta que dirige hoy a su hijo y de la que un periódico de la capital ofrece fragmentos, que el niño, de solo ocho años, "el hombrecito de la casa" como le llama, habría defendido esa noche a su madre y hermanas de alguien, lo que le acarreó la muerte.

El abuelo materno de Lorenzo, Carlos Cacho, rompió hoy su silencio para revelar que la mañana siguiente al asesinato del niño se personó en la residencia familiar con el fin de adecentar la escena del crimen.

Carlos Cacho indicó que lo hizo para que las hermanas del niño no sufrieran un mayor impacto emocional y que contó con la autorización de la fiscal Mariela Santini, quien se encontraba en la residencia de Dorado y autorizó sacar de la casa el ensangrentado colchón donde había dormido el niño.

El abuelo pidió al gobernador Luis Fortuño la intervención de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), dando a entender que no confía en la capacidad de la Justicia local para dar una solución al mediático caso.

El fiscal general puertorriqueño, Obdulio Meléndez, entró en escena la pasada semana al asegurar que hay pruebas que incriminan a Ana Cacho en el asesinato de su propio hijo, aunque matizó que no se presentarán cargos hasta que se estime oportuno.

El secretario de Justicia local, Guillermo Somoza, también se ha pronunciado sobre el caso para aclarar que Ana Cacho cuenta con un equipo que vierte en los medios información falsa, algo que, dijo, no está dispuesto a permitir.

Somoza resaltó que se hará justicia y que no importa el tiempo que tome llegar a la verdad en el caso del "Niño Lorenzo".

La cronología del caso se remonta al 15 de marzo, cuando Ana Cacho se negó a declarar ante la Fiscalía al ser identificada como sospechosa.

Dos meses después, el 14 de mayo, el Instituto de Ciencias Forenses dio a conocer que Lorenzo fue asesinado con un objeto contundente y un cuchillo.

La madre asegura que aquella noche acostó a sus hijos y se fue a dormir, razón por la que desconoce qué pasó en el interior de la vivienda durante la madrugada.

Un agente del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y un ingeniero de la compañía General Electric confirmaron en sus declaraciones que la noche de la muerte de Lorenzo visitaron el hogar familiar, aunque no ha trascendido con qué fin y se contradijeron sobre quién abandonó antes el lugar.

Técnicos del Instituto de Ciencias Forenses encontraron en la residencia familiar una pipa de crack y una cápsula vacía con residuos de esa droga.

La madre negó ser usuaria de estupefacientes y haberlas consumidas aquella noche, además de aclarar que ese día tampoco mantuvo relaciones sexuales, aunque en una segunda declaración se retractó de lo segundo.

Cacho informó inicialmente a los médicos que certificaron la muerte del niño que Lorenzo había sufrido una caída de la cama.

La figura del padre del menor, Ahmed Alí González Sánchez, ha quedado al margen de la escena mediática del caso tras aclarar que estaba separado de su esposa por el presunto consumo de drogas por parte Ana Cacho.

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