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Fernando Treviño posa frente el Ayuntamiento de Filadelfia. Foto: Emily Neil/AL DÍA.
Fernando Treviño posa frente el Ayuntamiento de Filadelfia. Foto: Emily Neil/AL DÍA.

Back to the basics, pero con una visión global: Fernando Treviño

Treviño se ha postulado para ocupar uno de los siete asientos ‘at-large’ en el Concejo de la Ciudad. De ganar, Treviño se convertiría en el segundo latino en…

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En lugar de esperar a que apareciese el candidato perfecto para el Concejo de la Ciudad, Fernando Treviño pensó: ¿y por qué no él mismo?

Con esto no quiere decir que sea perfecto, pero sí que hablará de lo que quiere que se hable.

Por delante tiene un invierno y una primavera en campaña, a través de una plataforma que tratará de redirigir a la ciudad hacia los problemas cotidianos, aquellos que Treviño siente que pasan desapercibidos con demasiada frecuencia —y pretende ser creativo cuando se trata de buscarles respuesta—.

“Nos encanta hablar de los grandes problemas y soluciones progresivas a largo plazo. Todo eso está muy bien y estoy a favor de ello, pero nos estamos olvidando de las cosas del día a día", aseguró Treviño durante una entrevista con AL DÍA.

"Estamos olvidándonos de limpiar las calles, de arreglar los baches, de proteger a un niño de ocho años del bullying durante meses", continuó, refiriéndose al acoso escolar que sufrió su propia hija. "No estamos haciendo lo más básico".

Treviño también cree que el Concejo de la Ciudad necesita algo de urgencia. "Es hora de encender un fuego debajo de sus culos y hacer algo más. Tenemos que hacerlo".

Antes de Philly: México y el sur de Texas

Treviño, 42, ha vivido y trabajado en el sistema de inmigración estadounidense que actualmente domina el discurso político del país.

Nació en el estado de Chiapas, emplazado al suroeste de México y que se extiende a lo largo de la frontera con Guatemala. Con ocho años, se mudó al estado nororiental de Tamaulipas, donde creció "literalmente a media cuadra del río Bravo", que separa México de Texas.

Tras asistir a la escuela de leyes y trabajar en organizaciones políticas en México, a finales de la década de los 90, Treviño comenzó a ejercer como abogado del Ministerio de Relaciones Exteriores de México en Eagle Pass (Texas), la ciudad con el mayor número de deportaciones y la mayor cantidad de muertes entre aquellos que trataban de cruzar la frontera con los EE. UU. en aquél momento—una alarmante realidad que destaca en el vídeo del anuncio de su campaña.

Treviño asegura que esta experiencia le marcó de por vida.

“Cada mañana manejaba hacia la estación de la patrulla fronteriza y recogía a todos los menores detenidos. Luego, les llevaba de regreso a México (con servicios familiares), para ayudarles a reunirse con sus familias tras la separación”, explica Treviño.

Cuenta que identificaba unos tres o cuatro cuerpos a la semana. Esto significaba llegar a la escena para tomar fotografías, revisar objetos personales y examinar tatuajes y cualquier vestimenta distintiva.

Pese a lo horrible que suena, se acostumbró a ver cadáveres. Él también era el encargado de llamar a los familiares de las víctimas para notificarles su fallecimiento.

"Después de cada llamada telefónica me hundía", confiesa. "Era muy formal, muy profesional, pero tan pronto como terminaba la llamada telefónica, simplemente me quedaba ahí y lloraba", asegura. "Era algo muy difícil".

“Todo a la política”

Treviño llegó a Filadelfia en 2002 y durante cinco años trabajó para el consulado mexicano, el cual que dejó tras aceptar una oferta en la oficina del defensor público federal de los EE.UU., en Harrisburg.

Sin embargo, dos semanas después de comenzar este nuevo trabajo, Treviño fue despedido, debido a circunstancias fuera de su control.

Las relaciones entre México y Estados Unidos estaban tensas en aquella época, por la negativa de México a apoyar la guerra de Irak. Y como resultado, Treviño, que era un residente permanente en aquel momento, no era elegible para el puesto.

Este despido le golpeó con fuerza: se sentía deprimido, cuenta.

"Si una decisión que sucedió a nivel de la ONU —su Consejo de Seguridad—, llegó hasta Washington, Harrisburg, Filadelfia, Fernando, y realmente arruinó mis planes y mi vida… Entonces comencé a pensar, ¿qué más está sucediendo en Washington?, ¿qué más está sucediendo en Harrisburg, e incluso aquí en el Concejo Municipal? Eso es inmiscuirse en la vida cotidiana de las personas", asegura.

Fue entonces cuando decidió que quería abandonar su carrera legal y volver a la organización política.

Tras trabajar durante dos años en la oficina legal del anterior del fiscal de distrito de Filadelfia, Larry Krasner, Treviño se unió a Democracia USA y luego al Consejo Nacional de La Raza, colaborando para movilizar el voto latino en Pensilvania y Nueva Jersey.

Hasta que en 2012 llegó la campaña de Obama y le ofreció un puesto para aumentar la participación en todo Pensilvania.

Fue la llamada la que cambió su vida, asegura Treviño. "Me dijeron: 'Nos encanta lo que hiciste por los latinos y ahora necesitamos que lo repliques para cada grupo minoritario", explica.

Y así lo hizo. Treviño ayudó a mantener los niveles de participación entre los afroamericanos, las mujeres y los jóvenes votantes, en comparación con la cita de 2008, y también ayudó a impulsar el voto latino en un 50 por ciento.

"El voto latino pateó traseros”, recuerda.

A partir de ese momento, para Treviño fue “todo a la política”.

Inmigración, con Nutter

Después de la reelección de Obama, Treviño quería mudarse a Washington D.C. para trabajar en la administración, pero el entonces alcalde —Michael Nutter— lo convenció para quedarse en la Ciudad del Amor Fraternal. Nutter tenía planes de abrir una oficina dedicada a asuntos de inmigrantes, y quería que Treviño formara parte de ella.

Nutter consiguió convencerle y Treviño vio la oportunidad para dar un empujón a las políticas de inmigración de Filadelfia, incluyendo el fin de la cooperación con la Oficina Federal de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Así, en marzo de 2013, comenzó a trabajar como director ejecutivo adjunto de la nueva Oficina de Asuntos de Inmigrantes y Multiculturales de Filadelfia, un cargo que ocupó durante casi tres años.

Cerca de un año después de su llegada, Nutter firmó una orden ejecutiva que puso fin a la relación de Filadelfia con ICE.

“Ese fue otro momento que cambió mi vida. Fue un momento ‘drop-the-mic’. Podría [haber] renunciado ese día y [haber sido] un hombre feliz", recuerda.

“Años y años de deportaciones, cargos no penales, separación de familias… logramos parar al menos durante esos dos o tres años el 80-85 por ciento de las deportaciones que estaban produciéndose en Filadelfia".

Según el Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad de Syracuse, las deportaciones en Filadelfia disminuyeron de 308 en el año fiscal 2013, a 74, en 2014; 44, en 2015, y 39, en 2016.

Sus proyectos

Antes de decidir postularse para el Concejo Municipal, Treviño ha trabajado un año como consultor de campañas políticas en América Central y del Sur, incluidas elecciones presidenciales en Bolivia y Paraguay y una carrera senatorial en Puebla (México).

Una experiencia internacional que ha convertido en un punto central de su campaña, pues él considera que Filadelfia, después de todo, ha perdido el contacto con sus amigos extranjeros.

“Me he dado cuenta de que hay ciudades en todo el mundo que ya han resuelto los problemas que en la actualidad nos están afectando a nosotros. Desde la recolección de basura —lo más simple—, hasta la seguridad pública, y no estamos hablando de ellos", asegura.

"El alcalde Kenney ha hecho un trabajo excelente protegiendo los derechos de los inmigrantes y continuando con lo que empezamos con el alcalde Nutter, pero, para ser honesto, su trabajo internacional ha perdido un poco de enfoque", agrega.

Treviño sugiere, por ejemplo, que Philly podría recurrir a Frankfurt (Alemania), una ciudad hermana, para resolver sus crecientes problemas de violencia, dada la posición de Frankfurt como una de las ciudades más seguras del mundo, según The Economist.

"Nuestros niños están creciendo, jugando en las calles [entre personas sin hogar], rodeados de agujas… y la ciudad no está haciendo lo suficiente. No estoy diciendo que no estén haciendo nada, pero no estamos haciendo lo suficiente ", se lamenta Treviño.

Entre las soluciones que promueve está la búsqueda de asociaciones público-privadas para abordar la contaminación de las calles de Filadelfia. Una idea que Treviño también extrapolaría a las escuelas públicas de la ciudad.

Sobre los opioides, Treviño está de acuerdo con el grupo de trabajo de emergencia creado por el alcalde para abordar la crisis, aunque desearía que se hubiera creado "mucho antes".

Pero prefiere no posicionarse (por el momento) sobre los sitios de inyección segura.

"Necesito aprender un poco más [sobre este tema], porque como concepto tiene sentido cuando se habla de ello en toda la ciudad", confiesa. "Pero, si se analiza la comunidad específica a la que está afectando, tiene que haber [algunas] cosas de las que nos podamos ocupar antes de decir ‘sí, esta es la mejor manera de avanzar’”.

Y sin importa el tema, Treviño siempre regresa a las relaciones internacionales.

"Además de ayudar a la comunidad vulnerable de inmigrantes indocumentados, necesitamos trabajar con la comunidad internacional para aprovechar sus conocimientos en nuestra casa", asegura.

"La idea de que la única forma de resolver un problema local es encontrar soluciones a nivel local es tan anticuada que resulta frustrante", agrega.

El factor Trump

"Soy todo lo que el presidente Trump odia", confiesa Treviño en el vídeo en el que anuncia su campaña.

Al describir al presidente como el "payaso en Washington", Treviño deja claro que Trump —quien desde el momento en el que anunció su candidatura presidencial en 2015 ha cargado contra los mexicanos y los latinos en los Estados Unidos—, es uno de los motivos que le llevaron a postularse.

"Para mí, es importante hablar sobre el presidente Trump, sus políticas y lo que defiende, porque aunque sus políticas son a nivel nacional, las mismas comunidades están quedando relegadas en Filadelfia", explica Treviño.

Además, Treviño señala que el apoyo al presidente en Filadelfia supera la proporción de latinos, no solo en todo el estado, sino también en Filadelfia.

“Los votantes de Trump son más numerosos y tienen más influencia que los latinos en la ciudad. Para mí eso es un problema", señala Treviño.

Trump obtuvo el 15 por ciento de los votos de Filadelfia en 2016. Los latinos, mientras tanto, representan aproximadamente el 14 por ciento de la ciudad, según una estimación de julio de 2016.

"Si esto suena como que estoy tratando de hablar sobre política de identidad o política racial, es porque es lo que estoy haciendo. Tengo que ser muy honesto”, agrega.

Treviño se ha postulado para ocupar uno de los siete asientos ‘at-large’ en el Concejo de la Ciudad. Si ganase, se convertiría en el segundo latino en este cuerpo legislativo de 17 personas, y en el primer inmigrante.

"Si resultase electo...enviaría un mensaje muy fuerte no solo [aquí] en Filadelfia, sino también a Washington", señala Treviño.

"Como, eh, Philly no se anda con tonterías”.