¡Todos quieren con Google!
Una nueva investigación en el Reino Unido contra el famoso buscador de Internet reitera que hay muchos aspectos problemáticos en la disrupción digital.
La Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (CMA, por sus siglas en inglés) anunció el inicio de una investigación formal sobre Google para evaluar su posición dominante en el mercado de motores de búsqueda y publicidad digital. La investigación busca determinar si el gigante tecnológico estadounidense ha utilizado su poder para bloquear la innovación, otorgarse ventajas competitivas indebidas y explotar datos de los usuarios sin consentimiento informado. Oops! ¿Las tecnológicas lo hicieron de nuevo?
Este es el primer caso significativo bajo las nuevas regulaciones del Reino Unido, diseñadas para abordar el comportamiento anticompetitivo en los mercados digitales. Dada la dependencia de millones de usuarios y negocios en los servicios de búsqueda y publicidad de Google, que representan el 90% de las búsquedas en el país, la investigación tiene implicaciones de largo alcance tanto para consumidores como para competidores.
La CMA examinará tres aspectos clave del comportamiento de Google:
1. Impedir la innovación: la pregunta es si Google está utilizando su posición para restringir la innovación de otros actores en el mercado de motores de búsqueda.
2. Autopreferencia: ¿esa compañía favorece sus propios servicios sobre los de sus competidores?
3. Uso de Datos: El posible uso explotador de grandes cantidades de datos de consumidores sin obtener un consentimiento claro y adecuado.
La investigación se encuentra en una fase preliminar. La CMA recopilará comentarios de partes interesadas y espera emitir un resultado definitivo para octubre de este año. Si se confirma la posición dominante de Google y su uso anticompetitivo, podría ser clasificado como una "empresa de mercado estratégico", lo que lo sometería a requisitos regulatorios más estrictos.
Investigaciones previas
Google ha enfrentado previamente investigaciones por parte de otras autoridades en Europa y Estados Unidos.
La Comisión Europea confirmó en 2020, la multa de 2.420 millones de euros que le había impueso en 2017 a Google por favorecer su servicio de compras en los resultados de búsqueda. En 2018, la firma norteamericana recibió otra multa de 4.340 millones de euros por abuso de su posición dominante en Android para fortalecer su motor de búsqueda. En 2019, la Comisión también multó a Google con 1,49 mil millones de euros por prácticas anticompetitivas en publicidad online.
En su país de origen, la firma también ha estado en la mira de las autoridades. En 2020, el Departamento de Justicia (DOJ) presentó una demanda contra Google por monopolizar los mercados de búsqueda y publicidad digital. El caso, que continúa en curso, representa uno de los mayores desafíos legales contra una empresa tecnológica en décadas. Inclusive podría terminar con la división de los negocios de la empresa.
El caso de Google no es aislado y muestra los enormes desafíos que está enfrentando la humanidad por cuenta de la disrupción digital. Otras grandes tecnológicas también han enfrentado escrutinio por parte de reguladores en Europa y Estados Unidos:
En los años 90 y 2000, Microsoft fue investigado por abuso de su posición dominante en el mercado de sistemas operativos. En 2004, la Comisión Europea multó a la empresa con 497 millones de euros por vincular Windows con su reproductor multimedia, restringiendo la competencia.
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En 2020, la Comisión Federal de Comercio (FTC) demandó a Facebook por mantener un monopolio ilegal mediante adquisiciones como Instagram y WhatsApp. Aunque la demanda inicial fue desestimada, la FTC presentó una versión revisada que sigue en proceso.
El gigante del comercio electrónico, Amazon, también tiene su historial. La Unión Europea ha investigado a la firma por el uso de datos de vendedores independientes en su plataforma para lanzar productos propios en competencia directa. En Estados Unidos, la FTC ha analizado prácticas similares, pero sin sanciones significativas hasta la fecha.
Y, para completar el panorama, en 2021, la Comisión Europea acusó a Apple de abusar de su posición en la distribución de aplicaciones a través de la App Store, forzando el uso de su sistema de pagos y cobrando comisiones excesivas. En Estados Unidos, Apple ha enfrentado demandas similares, incluidas las presentadas por Epic Games.
El patrón de estas investigaciones refleja una creciente preocupación entre las autoridades de muchos países sobre el poder de las grandes tecnológicas en mercados clave. La concentración de poder en estas empresas plantea riesgos potenciales para la competencia, la privacidad de los usuarios y la equidad en los mercados digitales.
El caso de Google en el Reino Unido también subraya la adopción de regulaciones más estrictas en Europa y otras regiones para abordar el comportamiento anticompetitivo. Estas medidas pueden servir de modelo para otros países que buscan equilibrar la innovación tecnológica con la protección de consumidores y empresas.
La investigación de la CMA a Google es parte de un esfuerzo más amplio para controlar el poder de las grandes tecnológicas en el mercado global. Si bien los resultados aún están por determinarse, el escrutinio sobre Google y otras empresas como Microsoft, Facebook, Amazon y Apple pone de manifiesto la necesidad de una regulación más robusta y de mecanismos eficaces para garantizar mercados digitales justos y competitivos. Este es un tema de creciente relevancia tanto para los gobiernos como para los consumidores que dependen cada vez más de estas plataformas.
Con información de AFP
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