
La nueva guerra fría: el comercio de chips de IA
El gobierno acaba de implementar restricciones para la comercialización de estos dispositivos. La razón: seguridad nacional.
Estados Unidos ha implementado nuevas medidas para regular el comercio de chips avanzados utilizados en aplicaciones de inteligencia artificial (IA). Estas restricciones buscan fortalecer la seguridad nacional, proteger el liderazgo tecnológico del país y consolidar alianzas estratégicas en el contexto de una creciente competencia global en el campo de los semiconductores. Se trata de un nuevo episodio de guerra fría, porque claramente las medidas apuntan a restringir el acceso de China a esta clase de tecnología.
El Departamento de Comercio anunció que las nuevas normas restringen la exportación de chips de IA a países rivales, especialmente China. Simultáneamente, se facilitará el acceso a estos productos para las naciones consideradas aliadas. Estas regulaciones actualizan las medidas implementadas en 2023, que ya habían limitado la exportación de ciertos chips de IA a países identificados como competidores estratégicos.
Según Gina Raimondo, secretaria de Comercio, Estados Unidos sigue liderando tanto en el desarrollo de IA como en el diseño de chips avanzados, y estas restricciones buscan garantizar la permanencia de esta ventaja. La entrada en vigor de estas normativas se dará en un plazo de 120 días, lo que permitirá que la administración entrante de Donald Trump introduzca ajustes adicionales si lo considera necesario.
Ante el anuncio, China declaró que estas restricciones son una "violación flagrante" de las reglas del comercio internacional. El anuncio "es otro ejemplo de la generalización del concepto de seguridad nacional y del abuso del control de las exportaciones, y constituye una violación flagrante de las reglas económicas y comerciales internacionales", afirmó el Ministerio de Comercio chino en un comunicado.
Además, la Unión Europea expresó su preocupación por que las nuevas normas de exportación anunciadas por EE.UU. afectaran a algunos Estados miembros y a sus empresas. El bloque continental insistió en que Europa no representaba un "riesgo de seguridad" para EEUU.
"Nos preocupan las medidas adoptadas por Estados Unidos", declararon en un comunicado los respectivos responsables de tecnología y comercio de la UE, Henna Virkkunen y Maros Sefcovic. "Creemos que también redunda en interés económico y de seguridad de EE.UU. que la UE compre chips avanzados de IA a EE.UU. sin limitaciones: cooperamos estrechamente, en particular en el ámbito de la seguridad, y representamos una oportunidad económica para EE.UU., no un riesgo para la seguridad."
La IA es una tecnología crítica para mejorar la eficiencia y eficacia de procesos en sectores que van desde la salud hasta la defensa. Sin embargo, su adopción a gran escala presenta desafíos, como la creciente demanda de energía. En respuesta, empresas como Google, Microsoft y Amazon han iniciado proyectos de generación de energía nuclear para sostener los centros de datos necesarios para las aplicaciones avanzadas de IA.
Otro frente es el de desarrollo de chips, porque estos diminutos aparatos son el verdadero núcleo de la computación. Aquí muchas compañías han desarrollado nueva tecnología que pone al alcance de cualquier usuarios todas las capacidades de esta nueva tecnología. Por ejemplo, en el reciente CES 2025, Nvidia presentó la serie GeForce RTX 50, impulsada por la arquitectura Blackwell, que incorpora capacidades avanzadas de inteligencia artificial (IA) para mejorar el rendimiento gráfico. Estas tarjetas gráficas, como la RTX 5090 y la RTX 5070, ofrecen mejoras significativas en la renderización mediante IA, permitiendo gráficos hiperrealistas y una mejor experiencia de juego. La integración de la tecnología DLSS 4 en estas GPUs permite generar múltiples fotogramas con IA, aumentando la eficiencia del renderizado y mejorando la calidad visual en aplicaciones exigentes.
Además, Nvidia anunció Project DIGITS, una supercomputadora personal diseñada para desarrolladores y entusiastas de la IA. Este sistema compacto, potenciado por el nuevo superchip GB10 Grace Blackwell, es capaz de manejar modelos de IA con hasta 200 mil millones de parámetros, facilitando el desarrollo y la implementación de soluciones de IA sin necesidad de infraestructura en la nube. Con un precio inicial de $3,000, Project DIGITS busca democratizar el acceso a herramientas avanzadas de IA, permitiendo a investigadores y estudiantes ejecutar modelos complejos de manera más accesible y eficiente.
Aunque la ventaja competitiva de la IA puede ser marginal debido al aumento de la velocidad de circulación de la información, las restricciones a la exportación de chips avanzados tienen un trasfondo estratégico. Estas medidas buscan limitar el acceso de competidores como China a la tecnología necesaria para el desarrollo de capacidades similares.
El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, explicó que las nuevas reglas dificultarán que competidores estratégicos utilicen el contrabando y el acceso remoto para evadir los controles de exportación. Además, establecen incentivos para que los aliados adopten proveedores confiables de tecnología avanzada en IA.
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De Biden a Trump
El enfoque en la protección del liderazgo tecnológico de Estados Unidos cuenta con el respaldo tanto del gobierno saliente de Joe Biden como de la administración entrante de Donald Trump. Este consenso refleja la importancia estratégica que ambos sectores políticos asignan al desarrollo y control de la IA.
Durante la campaña presidencial, Trump recibió un amplio apoyo de las grandes firmas tecnológicas, que anticipan una “era dorada” bajo su liderazgo. Estas empresas esperan una política favorable que combine regulaciones claras con incentivos para la investigación y desarrollo de tecnologías de punta. La nueva normativa sobre chips podría convertirse en una herramienta clave para fortalecer la competitividad de Estados Unidos en este ámbito.
No obstante, el camino de las restricciones podría tener daños colaterales. Los chips avanzados son esenciales para una amplia gama de aplicaciones, desde automóviles autónomos hasta sistemas de defensa. Al limitar su acceso, Estados Unidos busca evitar que tecnologías sensibles sean utilizadas para fortalecer a potencias rivales. Sin embargo, estas medidas también podrían provocar tensiones comerciales con los países afectados, especialmente si perciben estas acciones como una forma de proteccionismo.
Además, las normas también incluyen parámetros reforzados de seguridad para los centros de datos de IA que utilicen chips importados. Esto subraya la preocupación por proteger tanto la infraestructura crítica como la información sensible de posibles ciberamenazas.
En los últimos años, la competencia por el liderazgo tecnológico en IA ha escalado. Tanto Estados Unidos como China invierten de manera significativa en esta área, con la ambición de establecerse como referentes globales. Las restricciones comerciales y los esfuerzos por garantizar una ventaja tecnológica no solo buscan consolidar la posición de Estados Unidos, sino también limitar el progreso de sus competidores.
La IA también plantea preguntas fundamentales sobre sostenibilidad. La capacidad de generar suficiente energía para mantener operaciones a gran escala es un desafío que está siendo abordado por las principales compañías tecnológicas a través de proyectos de energía nuclear. Esto refleja una interdependencia creciente entre el desarrollo tecnológico y los recursos energéticos, así como la necesidad de soluciones integrales para enfrentar los retos del futuro.
La decisión de Estados Unidos de implementar nuevas medidas para el comercio de chips de IA es un movimiento que refuerza su posición en la competencia global por el liderazgo tecnológico. Aunque estas restricciones pueden ser vistas como una respuesta a las tensiones con China, también subrayan la importancia de proteger el desarrollo de tecnologías críticas en un mundo donde la IA está transformando la economía y la seguridad. A medida que avanza esta “guerra fría” tecnológica, el control de los semiconductores y la IA seguirá siendo un tema central en la agenda global.
Con información de AFP
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