Lupe Valdez: la sheriff latina que quiere revolucionar Texas
Guadalupe “Lupe” Valdez es la primera sheriff hispana y lesbiana en la historia de Dallas, y ahora apuesta por la gobernación de Texas.
En un estado tan conservador como Texas, la Sheriff Lupe es una esperanza para quienes quieren un mundo distinto.
Nacida de padres inmigrantes, Lupe creció en medio de la vida de agricultor en San Antonio, siendo la menor de ocho hermanos. A través del arduo trabajo, logró pagarse los estudios en administración en la Southern Nazarene University en Bethany, Oklahoma, para posteriormente especializarse en criminología y justicia criminal en la Universidad de Texas en Arlington.
Después de una exitosa carrera en las Fuerzas Armadas – donde llegó a ostentar el título de Capitán – Valdez anunció su candidatura para Sheriff del Condado de Dallas el 2 de enero del 2004, en un escenario político donde la derecha ostentaba el poder y donde una mujer hispana no tenía mucha cabida.
Contra todo pronóstico, superó a su contrincante demócrata en las primarias con un 73% de los votos, y a su oponente republicano con 51.3%, gracias a su apuesta por la minoría latina y homosexual en el condado, llegando a los titulares como la primera mujer hispana y abiertamente lesbiana en ostentar un cargo semejante en uno de los pilares republicanos del país.
Fue reelecta para el cargo en el 2008 y estuvo en el puesto por cuatro períodos hasta diciembre del 2017 cuando anunció que renunciaba para postularse a la gobernación de Texas en las elecciones de noviembre del 2018.
Con una trayectoria de defensa a los derechos de la comunidad LGBTQ, de lucha contra la corrupción y de renovación del sistema penitenciario en Dallas, Valdez se ha transformado en un modelo de administración y ejecución dentro del estado, llegando a incursionar en organismos externos como el Comité Nacional Demócrata en el 2010.
Pero la batalla por la gobernación no se perfila como un reto sencillo para esta latina. Su campaña tan sólo ha recaudado 46.000 dólares, en comparación con los casi 43 millones que posee su contrincante, el actual gobernador republicano Greg Abbott. La lucha también será moral y hasta ideológica, pues hay quienes creen que Texas no está preparado para un líder con un perfil como el de Valdez.
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Según explicó el politólogo de la Universidad de Houston, Brandon Rottinghaus, al diario The Guardian, Valdez “representa el tipo de candidato que los Demócratas han estado buscando. Alguien con una exitosa carrera política, con buen récord (…) latina y que atraiga el apoyo de las mujeres en Texas así como de los Latinos”.
Por el contrario, Rottinghaus considera que “si ella utilizara el hecho de ser gay y Latina, creo que sería un problema potencial para algunas circunscripciones en las elecciones generales que no están listas todavía para tener una gobernadora latina y LGBTQ”.
Pero es ese precisamente el frente que la candidata ha decidido abordar desde que anunció su carrera: la desmitificación de que Texas es un estado retardatario.
“¡Ya basta!”, sentenció durante su discurso de lanzamiento en Dallas. “Juntos, debemos construir algo nuevo. Un nuevo Texas”, concluyó.
De la misma manera, y en un escenario político que intenta erosionar la estabilidad de la comunidad latinoamericana e inmigrante en Estados Unidos, la candidata ha decidido jugar bien sus cartas, abogando por los derechos de jóvenes latinos como los llamados Dreamers, según reportó el Texas Tribune. Valdez aseguró que “tanto los Dreamers como sus padres deben ser capaces de lograr sus metas en la tierra que han considerado su hogar desde siempre”, dijo. “Debemos educar para elevar”.
En un estado donde la población latina ha crecido en un 60% entre el 2000 y el 2015 (de acuerdo a datos del Pew Research Center), y donde los hispanos representan el 39% (cuando los blancos son 43%), las posibilidades de un candidato como la Sheriff Lupe, son para nada despreciables.
La meta ahora es, según la propia candidata, lograr que las personas voten. “Texas no es un estado rojo, es un estado que no vota. La gente no vota. Una vez cambiemos eso, Texas no volverá a ser un estado rojo”, aseguró con total convicción durante una entrevista con Vice. “Dondequiera que voy la gente sabe que soy lesbiana. Creo que es aceptado. La verdad es que, estamos en todas partes, y no importa si estás en la ciudad, en los suburbios o en las áreas rurales. Hay personas LGBTQ en todas las áreas y en todas las profesiones, así que es lógico que formemos también parte del sector gubernamental”.
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