Podrás servir como un Americano, pero serás deportado como inmigrante
La Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) ha cerrado sus centros en las locaciones básicas de entrenamiento de las Fuerzas Armadas.
Lejos quedan las promesas del Secretario de Defensa, James Mattis, en las que aseguraba que los inmigrantes en el ejército tendrían una vía segura para la ciudadanía.
“Siempre apoyaremos a nuestra gente”, había dicho el Secretario. “Ellos no serán objeto de ningún tipo de deportación. En términos de la situación de DACA, se ha clarificado que no corren ningún tipo de peligro”, decía a una rueda de prensa el pasado mes de febrero.
Pero la realidad, una vez más, es totalmente diferente.
Según reportó Buzzfeed, la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés) ha clausurado sus centros en Fort Benning, Georgia, Fort Jackson y Fort Still desde el 26 de enero de este año.
Anteriormente, esas oficinas manejaban los procesos de naturalización para los ciudadanos extranjeros y para las familias de quienes decidían servir en las Fuerzas Armadas.
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Como explica la plataforma, “cerrar las oficinas implica el fin de la ciudadanía expedita para los reclutas inmediatamente después de haber cumplido con el entrenamiento básico”, un elemento contenido dentro del programa Military Accessions Vital to National Interest (MAVNI), que ha naturalizado a más de 10.400 miembros desde el 2009.
En un documento fechado 30 de enero y hecho público por la agencia, se argumentó la decisión asegurando que “USCIS ha decidido poner fin a la iniciativa Naturalization at Basic Training debido a cambios en los requerimientos del Departamento de Defensa para certificar el honorable servicio de los miembros que aplican para la naturalización”.
La maniobra parece ser entonces la de crear un vacío estratégico en el que los inmigrantes que han decidido servir al país que consideran hogar se vean atrapados en un laberinto de procedimientos burocráticos que les exponen vilmente a la deportación.
Los nuevos requisitos del Departamento de Defensa incluyen “el servicio de al menos 180 días consecutivos y completar chequeos extra de antecedentes y de seguridad antes de que se les pueda otorgar la ciudadanía”, lo que implicaría un retraso importante para muchos de los reclutas quienes ven sus visados caducar antes de poder completar todo el proceso y les transforma en objetivos de detención migratoria.
Según continúa Buzzfeed, los soldados que se encuentran en Fort Jackson, por ejemplo, “están ahora a dos horas de la oficina de USCIS más cercana en Charleston, y aún así, normalmente no se les permite salir de la base”.
A pesar de las noticias, la comunidad digital de los reclutas pertenecientes a MAVNI han decidido mantenerse unidos, solicitando al Congreso una solución inminente al sistema de inmigración fallido.
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