El socialismo recupera terreno en la política nacional
Después de la sorprendente victoria de Alexandria Ocasio-Cortez en las primarias Demócratas en Nueva York, Estados Unidos empieza a reconocer la fuerza con la…
Las elecciones primarias en Estados Unidos representan el síntoma de una sociedad y un sistema político que urgen un cambio radical.
Desde la toma de poder de Donald Trump, la sociedad ha podido constatar que entre Republicanos y Demócratas la situación se mantiene estática y en detrimento de los menos pudientes.
Es por eso que muchos se cuestionan ahora si realmente la propuesta electoral del senador Bernie Sanders fracasó durante la campaña presidencial, o sencillamente sembró una semilla que germinaría más adelante.
Durante los últimos meses un puñado de candidatos abiertamente socialistas se han lanzado a la carrera por puestos en el Congreso utilizando el sistema político de base acuñado por Sanders y las propuestas de Medicare para todos, el reforzamiento de los sindicatos y la recuperación del poder electoral.
Mientras muchos creían que el fantasma del miedo al socialismo no permitiría el surgimiento de este tipo de políticas en el país, campañas como las de Alexandria Ocasio-Cortez en Nueva York han sorprendido (y asustado) a todo el país.
Pero el fenómeno es mucho más grande.
El New York Times reportó que tan sólo durante el mes de mayo “tres mujeres progresistas que competían por la legislatura estatal en Pennsylvania, y apoyadas por los Socialistas Demócratas de América (DSA) obtuvieron victorias decisivas contra hombres fuertemente favorecidos por el sistema político establecido”.
Entre ellas, Summer Lee (30) y Sara Innamorato (32) vencieron a la familia Costa, un icono de la política de Pennsylvania.
Por su parte, Elizabeth Fiedler (37) anunció su candidatura “tan sólo tres meses después de dar a luz a su segundo hijo”. Con una guardería en su oficina de campaña, donde otros padres podían dejar a sus hijos para unir fuerzas, Fiedler hablaba a sus votantes del Medicaid y el seguro infantil.
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Para la columnista del Times, Michelle Goldberg, estas candidatas son el símbolo de “una renovación política de base que está ocurriendo en todo el país”, algo que se ha traducido en “la única fuente de optimismo en este momento tan oscuro”.
La revolución política que se gesta en el país va de la mano con la representación femenina en campañas otrora controladas por hombres blancos y poderosos, donde la identificación de las candidatas con la comunidad de a pie ha permitido que inmigrantes, personas de color y mujeres en general consigan un modelo político que les sienta mejor.
Según la plataforma del DSA, en el 2017 habían 7.383 legisladores estatales en el país, nueve de los cuales están afiliados al Partido Progresista de Vermont, además de un independiente de Alaska.
Para el columnista Daniel Moraff, el crecimiento del movimiento de izquierda en la política estadounidense ha sido lento pero constante desde el 2014, donde se han registrado “recientes desafíos de izquierda dentro del Partido Demócrata”.
“Podemos mirar al fondo, donde el estado de California vio un barrido de Sanders en las elecciones de delegados,” continúa Moraff. “Podemos mirar al centro, donde los contendientes respaldados por el Partido de las Familias Trabajadoras (WFP) arrasaron con una lista de titulares que dejaron su cargo en las elecciones legislativas de Rhode Island, o podemos mirar a la cima, donde Sanders, un socialista demócrata declarado, ganó 22 elecciones a nivel estatal, incluidas elecciones primarias muy disputadas en New Hampshire, Wisconsin y Michigan”.
Ahora, y gracias a la férrea oposición que ha detonado el gobierno de Donald Trump, varios candidatos han surgido en lugares inesperados, respaldados por los Socialistas Demócratas, como Franklin Bynum en Texas o Kaniela Ing en Hawaii, quienes podrían convertirse en los próximos Kshama Sawant - quien ganó el puesto en el Concejo de Seattle en el 2013 con la campaña de Alternativa Socialista.
Nada es seguro hasta el momento. Nadie puede adivinar los resultados de las elecciones en noviembre, pero si algo está claro es que sí existe una alternativa al bipartidismo arraigado en las políticas estadounidenses, y que lo que Bernie Sanders adelantó como una “revolución social” está cada día más cerca de hacerse realidad.
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