La Cumbre de las Américas, una reunión de todos los líderes del hemisferio occidental que se celebra cada tres años, comenzará en Los Ángeles el 6 de junio de 2022. 

Sin embargo, hasta su primer día, la primera Cumbre de las Américas en EE.UU. desde 1994, ha estado envuelta en la controversia sobre los líderes que quedaron fuera de la lista.

Mucho antes de la reunión, Estados Unidos anunció que no había invitado a los líderes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, todos ellos países contra los que Estados Unidos se ha pronunciado en la escena mundial por supuestos abusos de los derechos humanos.

En lugar de reunir al resto del hemisferio para seguir adelante con la cumbre en ausencia de los tres países, otros seis países han anunciado su intención de no enviar a sus líderes.

El mayor y más importante económica y políticamente de esos cuatro es México. El lunes 6 de junio, antes de la primera reunión, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció su intención de boicotear la cumbre por la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

AMLO había insinuado durante semanas que no asistiría por las exclusiones.

"No voy a ir a la Cumbre porque no están invitados todos los países", dijo en su rueda de prensa diaria.

El presidente mexicano también fue más allá al tratar de llegar a la raíz del razonamiento de Biden para excluir a Venezuela, Cuba y Nicaragua, señalando la presión percibida en el frente interno de los partidos republicano y demócrata y dentro de la comunidad cubana de Florida.

En lugar de ir él mismo, AMLO envió al mexicano Foriegn Ebrard en su lugar. Se unen a él en el boicot o enviando delegaciones más pequeñas varias naciones caribeñas, la hondureña Xiomara Castro, el salvadoreño Nayib Bukele, el boliviano Luis Arce y el guatemalteco Alejandro Giammattei. 

Giammattei también podría ser una ausencia vital teniendo en cuenta que los funcionarios estadounidenses han dicho que la inmigración será el tema más importante en la agenda de discusión entre los líderes. Guatemala fue el primer viaje al extranjero de la vicepresidenta Kamala Harris en su nuevo cargo. La visita, que pretendía abordar las causas de la crisis migratoria del país, dejó mucho que desear, especialmente después de que Harris pidiera a los migrantes que no vinieran a Estados Unidos.

Más allá de la inmigración, se espera que la Cumbre aborde cuestiones relacionadas con la cadena de suministro, la respuesta del hemisferio a la invasión rusa de Ucrania y la continua intervención económica de China en América Latina.

Otros líderes que estuvieron en la valla fueron el argentino Alberto Fernández y el brasileño Jair Bolsonaro. Fernández accedió tras una llamada telefónica de Biden, y Bolsonaro finalmente aceptó tras serle prometida una reunión con Biden.