Las tres cosas que aprendimos sobre el informe Mueller
El resumen publicado por el Fiscal General William Barr no salva al presidente de futuras investigaciones, y si algo ha dejado en claro es que Rusia…
Para decepción de muchos, el informe del abogado especial Robert Mueller no halla culpable al presidente Trump de colusión con Rusia, pero tampoco le exonera de obstruir la justicia.
Después de dos años de profunda investigación, Mueller entregó el grueso de sus pesquisas al Fiscal General William Barr, tal como establece la ley. Siguiendo el protocolo, Barr ha resumido lo que considera “de interés público” y ha entregado un documento de cuatro páginas al Congreso.
Mientras Trump se siente “absolutamente exonerado”, la realidad es mucho más grave.
Según el resumen de Barr, la investigación “no encontró que la campaña Trump o cualquier persona asociada con ella haya conspirado o coordinado con Rusia en sus esfuerzos para influenciar las elecciones presidenciales estadounidenses del 2016”.
Sin embargo, y después de más de 2.000 citaciones judiciales y 500 testigos, Mueller no pudo determinar si Trump obstruyó o no la justicia al despedir al director del FBI James Comey.
En junio del 2017, Comey rindió testimonio ante el Senado después de haber liderado la investigación sobre una posible injerencia de Moscú en las elecciones del 2016.
Justo cuando sus pesquisas le llevaron al círculo más cercano del presidente Trump, Comey fue despedido a través de las redes sociales.
Al rendir cuentas ante el Congreso, el ex director del FBI entregó documentos en los que detallaba sus encuentros con Trump, y declaró que “fui despedido para cambiar, de alguna manera, la forma en la que la investigación con Rusia estaba siendo llevada”.
Dicha investigación fue retomada por Mueller, y sus conclusiones no son absolutas, lo que deja al Congreso con la opción de solicitar los documentos completos y proseguir las pesquisas.
CONTENIDO RELACIONADO
Mientras el país se divide entre quienes quieren un juicio político para el presidente y quienes creen que era tan sólo una víctima de caprichos demócratas, el abogado especial Robert Mueller determinó que el gobierno de Moscú sí intervino en los comicios presidenciales a través de un esfuerzo cibernético por inclinar los resultados a favor de Trump.
Barr insiste en su carta al Congreso en que no hubo colusión de la campaña Trump, pero resta importancia al hecho de que un agente extranjero se entrometió en el correcto ejercicio de la democracia en Los Estados Unidos de América.
Según concluyó Mueller, el gobierno ruso llevó a cabo “dos esfuerzos fundamentales” para influenciar los comicios del 2016: uno que involucraba a la organización Internet Research Agency (IRA) y que se enfocó en “difundir desinformación y conducir operaciones en redes sociales” con el firme propósito de “sembrar la discordia”, y un segundo esfuerzo en forma de operaciones de pirateo informático “diseñados para recopilar y diseminar información que influenciara las elecciones” incluyendo correos electrónicos de “personas afiliadas a la campaña Clinton y a organizaciones del Partido Demócrata”.
A estas alturas, ninguna figura política se ha manifestado en contra de la injerencia rusa, dejando de lado el hallazgo más importante de toda la investigación.
Antes de ser nombrado Fiscal General, Barr envió un memorándum al Departamento de Justicia, emitiendo su opinión como civil y ex Fiscal General durante la administración Bush, en la que declaraba que “las interacciones de Trump con el ex director del FBI, James Comey, no catalogaban como obstrucción de la justicia”, según reportó CNN.
Fechado 8 de junio de 2018, el memo “ofrece un análisis detallado” del episodio Trump-Comey y concluye que “mientras estaba a oscuras sobre muchos hechos, la investigación de obstrucción del abogado especial Robert Mueller fue fatalmente errónea”, continúa el medio.
Aún cuando hay quienes creen que Barr está protegiendo al presidente, esto es tan sólo un síntoma de un problema más profundo.
Para representantes como Alexandria Ocasio-Cortez, la verdadera conversación que deberíamos estar teniendo es ¿cómo llegamos hasta aquí?
This is the REAL conversation we need to have as a country.
— Alexandria Ocasio-Cortez (@AOC) 24 de marzo de 2019
As horrific as this president is, he is a symptom of much deeper problems.
Even foreign influence plays on nat’l wounds that we refuse to address: income inequality, racism, corruption,a willingness to excuse bigotry. https://t.co/wtebX4Tfld
DEJE UN COMENTARIO:
¡Únete a la discusión! Deja un comentario.