A diferencia de la mayoría de naciones alrededor del mundo, las cuales se han manifestado en contra de la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua y no reconocen el resultado de unas elecciones, que para ellos, estuvieron plagadas de irregularidades y de ataques a las libertades y los derechos humanos, el gobierno de Rusia, en cabeza de su presidente Vladimir Putin, no solo ha reconocido el triunfo de Ortega, sino que también le ha brindado su apoyo para sacar adelante la agenda bilateral. 

A través de la cuenta de Twitter de la Cancillería rusa se anunció el apoyo oficial de la administración de Putin a la reelección de Daniel Ortega, confirmando así el “apoyo a la soberanía de este país, así como la disposición a contribuir al desarrollo económico social de Nicaragua”.

Sin importarle las sanciones impuestas por occidente tras el anuncio de un quinto periodo como presidente de Ortega, donde se le cuestiona que la mayoría de sus contendientes hubiesen terminado en prisión, Putin, por medio de una conversación telefónica, “felicitó calurosamente” a su homólogo  y garantizó su apoyo para garantizar la soberanía nicaragüense.

“Los líderes destacaron la importancia de una estrecha coordinación en la palestra internacional en el marco de la asociación estratégica entre los dos países”, se lee en uno de los tweets publicados por la Cancillería, lo que reafirma el compromiso de los dos mandatarios por mantener una coordinación sólida entre las dos naciones. 

En la conversación también se abordaron temas actuales relacionados con la cooperación bilateral en varias áreas, incluyendo el transporte y la agricultura. Se hizo especial énfasis en la cooperación efectiva en la lucha contra la propagación del coronavirus, incluido el suministro de vacunas rusas y su producción conjunta en Nicaragua.

Ortega se mostró muy agradecido con la solidaridad del gobierno ruso y les agradeció a nombre del pueblo de Nicaragua. El celebrado apoyo de Putin, quien aseguró tendrá más contactos con el sandinista en el futuro, se suma al de China para dotar de recursos a este país centroamericano en medio de lo que muchos catalogan como una dictadura.