Este miércoles, el presidente Joe Biden promulgó la ley para Reforzar el Cumplimiento de Condiciones para la Reforma Electoral en Nicaragua (RENACER) para extender la imposición de sanciones a Nicaragua. Esto se da tres días después del anuncio de la victoria presidencial de Daniel Ortega que  calificó de “pantomima”. 

 

Esta normativa busca aplicar "sanciones al Gobierno del presidente nicaragüense Daniel Ortega", dijo la Casa Blanca, que aseguró que el documento permite "restringir los préstamos bancarios multilaterales y combatir la corrupción".

 

La firma de Biden era el último paso para que la Ley RENACER entrará en vigencia.

En un comunicado, el presidente Biden agradeció el "liderazgo" de los legisladores que impulsaron la iniciativa, aprobada la semana pasada con amplio apoyo bipartidista.

 

Entre ellos están Dick Durbin, el demócrata número dos de la Cámara Alta, y Bob Menéndez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, además de los senadores republicanos Marco Rubio y Ted Cruz.

 

La ley RENACER le da a Biden amplios poderes para imponer sanciones a Nicaragua, incluida la exclusión del Tratado de Libre Comercio, además de presentar un arsenal de medidas para abordar lo que se considera como actos de corrupción y violaciones de los derechos humanos del Gobierno de Ortega.

 

Con esta ley Estados Unidos también se compromete a ampliar las sanciones a Nicaragua, en coordinación con el Gobierno de Canadá y la Unión Europea, y amplía la supervisión de los préstamos de las instituciones financieras internacionales hacia el país.

 

Con la Ley Renacer, se agregará a Nicaragua en la lista de países centroamericanos sujetos a restricciones de visados estadounidenses relacionadas con la corrupción.

 

Daniel Ortega está en el poder desde 2007, y con su victoria del domingo comenzará su cuarto mandato consecutivo. Tras conocer el resultado, Biden repasó en un comunicado el encarcelamiento de cerca de cuarenta líderes opositores desde el mes de mayo incluidos los siete posibles candidatos a la presidencia- y el veto a la participación de otros partidos, además de los abusos a los miembros de la prensa y hacia activistas de la sociedad civil, así como miles de exiliados.