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La Patrulla Fronteriza y un niño inmigrante en la frontera. Foto: Jennifer Whitney/New York Times
La Patrulla Fronteriza y un niño inmigrante en la frontera. Foto: Jennifer Whitney/New York Times

Salud e inmigración, cuando dos asuntos clave se vuelven caóticos para la Administración

Activistas y especialistas advierten sobre el desvío de fondos del departamento de salud para solucionar la crisis migratoria causada por el presidente Trump.

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Recontar la crisis migratoria en el país se hace cada vez más difícil, mientras la administración y los Republicanos insisten en trabajar tras bastidores para lograr detener indefinidamente a familias inmigrantes, y miles de niños se encuentran aún separados de sus padres tras ser aprehendidos sin documentos en la frontera.

Durante los últimos días, un juez distrital de California rechazó la solicitud del Departamento de Justicia de revocar el mandato Flores, que impedía el encarcelamiento definitivo de menores de edad, algo que el GOP ha intentado sortear para solucionar la crisis de la separación de familias inmigrantes.

Sin embargo, “algunos Republicanos en el Congreso están apoyando una solución legislativa” que pudiera revocar el mandato y permitir nuevas medidas migratorias recomendadas por la Administración, según reportó Roll Call.

Pero, ¿de dónde sale todo el dinero para encarcelar familias y resolver problemas migratorios causados por el mismísimo presidente?

Al parecer, del Departamento de Salud.

Según reportó Politico, “el Departamento de Salud ha pasado silenciosamente decenas de millones de dólares para pagar las consecuencias de la política fronteriza”, de programas que urgen financiamiento como los “programas de salud rural, la investigación médica y otras prioridades”.

De acuerdo a los datos recopilados por el medio, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), “ha gastado al menos 40 millones de dólares en los últimos dos meses” en cuidado e intentos de reunificación de familias separadas por el mismo gobierno. Asimismo, los costos de vivienda han sumado hasta 1.5 millones de dólares por día.

Los funcionarios han tenido que “desviar” más de 200 millones de dólares de otras cuentas del departamento, “incluso cuando la Casa Blanca sopesa una solicitud de fondos adicionales para el Departamento de Seguridad Nacional”.

Después de que el Juez Federal Dana Sabraw ordenara al gobierno reunificar a las familias con niños menores de 5 años antes del 10 de julio y otras familias antes del 26 del mismo mes, el gobierno tan sólo ha logrado reunificar alrededor de 60 niños; algunos padres ya han sido deportados y unos 40 niños son “inelegibles para reunificación porque se encontró que su padre no era seguro, estaba en custodia criminal o no era realmente su padre”, según un reportaje llevado a cabo por el Huffington Post.

Ante la falta de coordinación y eficiencia del gobierno para solucionar una crisis creada dentro, tanto Republicanos como Demócratas han coincidido en que es una emergencia que debe resolverse.

Sin embargo, para Emily Holubowich, directora ejecutiva de la Coalition for Health Funding, la improvisación es un colateral demasiado grave. “Tenemos una emergencia de salud pública como Ébola, Zika o huracanes, sólo que esta es creada por el hombre”, aseguró. “No deberíamos estar quitar fondos discrecionales de los programas que lo necesitan”.

Para hacerse una idea de la calidad de caos financiero causado por la política de “tolerancia cero” del gobierno, el alojamiento de los 2.500 niños separados por la administración “ha costado más de 30 millones de dólares”, entre contratistas de alojamiento temporal y el cuidado de niños en instalaciones improvisadas, tan sólo en los últimos dos meses, según explicaron fuentes a Politico.

Asimismo, el HHS ha gastado alrededor de 10 millones de dólares en personal (encargados de casos, equipo de apoyo y asistencia) y en transporte de familias.

El dinero proviene de fondos atribuidos a la oficina de refugiados durante los últimos días de la administración Obama (unos 200 millones de dólares), de los cuales 17 millones estaban destinados al programa Ryan White contra el VIH/SIDA.