En el Estado Plurinacional de Bolivia, las elecciones presidenciales se retrasaron por tercera vez tras una decisión tomada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) del país el jueves. 

El último aplazamiento de las elecciones hará que la fecha se traslade del 6 de septiembre al 18 de octubre.

En caso de que ningún candidato reclame la mayoría en las nuevas elecciones (o se quede por debajo del 50% mientras lidera el segundo lugar por lo menos por 10 puntos), se realizará una segunda vuelta el 29 de noviembre.

El Movimiento al Socialismo (MAS) es el partido del ex presidente Evo Morales que fue expulsado de Bolivia en noviembre pasado después de intentar buscar un cuarto mandato en el poder.

Las acusaciones contra Morales sobre la fraudulencia de las elecciones del 20 de octubre provenían de figuras conservadoras de la asamblea nacional del país y de la Organización de Estados Americanos (OEA). 

Los informes de la OEA de que las elecciones sufrieron "importantes irregularidades" y de que la ventaja de Morales era "difícil de explicar" fueron posteriormente considerados engañosos.  

Sin embargo, el daño ya estaba hecho, ya que Morales se vio obligado a abandonar el país por un golpe militar apoyado por los Estados Unidos. Huyó del país a México para pedir asilo político. Ahora está exiliado en Argentina.

Jeanine Añez, ex vicepresidenta conservadora del Senado boliviano, se convirtió en presidenta interina el 12 de noviembre.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, Salvador Romero, ha sido objeto de críticas por su decisión de retrasar las elecciones del MAS.

Ha dicho que las elecciones requieren las más altas medidas de salud y seguridad para proteger al pueblo boliviano. Romero también dijo que el aplazamiento dará tiempo a los funcionarios para asegurar que la gente tenga condiciones más seguras cuando vayan a las urnas.

El MAS estaba a favor de mantener la fecha original y ha afirmado que Romero no tiene el poder de retrasar unilateralmente una elección tan importante, argumentando en cambio que la asamblea nacional debería poder votar en ella. 

Tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, el MAS tiene una supermayoría. 

El presidente del TSE ha declarado que no se requiere el voto de la asamblea nacional para posponer la elección. 

Luis Arce es el candidato del MAS para las elecciones presidenciales y fue Ministro de Economía y Finanzas Públicas de Morales. Se presenta porque el TSE ha prohibido a Morales buscar la presidencia o un asiento en el Senado por no cumplir los requisitos de residencia debido a su exilio. 

Arce denunció públicamente la suspensión de las elecciones de septiembre. 

"Muchos organismos internacionales han avalado una ilegalidad con este Tribunal Supremo Electoral, diciendo que acuerdan determinar unilateralmente una nueva fecha para las elecciones. Esto debe hacerse en el marco de una ley que establece un rango de fechas, la ley actual tiene como fecha límite el 6 de septiembre", dijo. 

En la mayoría de las encuestas, Arce lleva la delantera a Añez por un amplio margen, pero sus partidarios temen que el aplazamiento le permita subir en las encuestas nacionales. 

El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) publicó un sondeo que se realizó entre el 13 de junio y el 3 de julio y en el que Arce superó al presidente interino por 28,6 puntos. 

Otra encuesta de Mercados y Muestras SRL que se realizó entre el 11 y el 16 de julio sigue mostrando al candidato del MAS a la cabeza, pero ahora sólo por 12 puntos sobre Añez. 

En ambas encuestas el presidente interino se ubicó en el tercer lugar y también detrás del centrista Carlos Mesa, ex presidente de Bolivia entre 2003 y 2005, quien también se postuló en las elecciones de 2019. 

El efecto que el nuevo coronavirus ha tenido en el país sudamericano ha sido citado como la razón de los tres aplazamientos de las elecciones.  

Bolivia está cerca de 70.000 casos y 3.000 muertes en el New York Times los ha puesto entre los 10 primeros lugares del mundo. 

Los hospitales y otras infraestructuras necesarias están alcanzando su máxima capacidad y la semana pasada la policía recuperó más de 400 cadáveres en cinco de los cuales se sospechaba que habían muerto a causa de COVID-19.

El pico de casos de coronavirus en el país no se espera hasta la última semana de agosto o la primera semana de septiembre.