Andrés Guardado, un joven de origen salvadoreño y con apenas 18 años fue asesinado a tiros por un ayudante del sheriff del condado de Los Ángeles, cerca de Gardena y West Compton el 18 de junio de 2020, y su muerte ha detonado nuevas olas de manifestaciones en contra de la violencia policial desmesurada.

Según el informe policial, Guardado habría sacado una pistola calibre .40, apuntándola hacia los agentes policiales antes de salir corriendo hacia un callejón, donde fue alcanzado por una ronda de tiros disparada por los sheriffs.

Guardado fue alcanzado en la parte superior del torso y murió en el acto.

Sin embargo, el detalle de la muerte de Guardado sigue siendo objeto de diatriba entre la policía y los testigos, en especial después de que los vídeos de vigilancia de una tienda cercana fueran confiscados por agentes y destruidos.

Este lunes, el Departamento del Sheriff pidió al fiscal de General, Xavier Becerra, que supervisara la investigación, pero también impidió que el público conociera los resultados de la autopsia que el forense tenía previsto realizar a Guardado, según reportó el Los Angeles Times.

El sheriff Alex Villanueva dijo en Twitter el lunes que la decisión de involucrar a Becerra en la investigación era una medida de “precaución”.

“Estoy comprometido con la transparencia y el fortalecimiento de la fe de la comunidad en el proceso de investigación”, agregó.

Pero la portavoz del forense del condado de Los Ángeles, Sarah Ardalani, dijo que el Departamento del Sheriff puso una "retención de seguridad" en el caso de Guardado, que iba a ser examinado el lunes. Dijo que la oficina del forense no podía dar a conocer los resultados de la autopsia - que revelaría cuántas veces Guardado fue alcanzado por disparos y dónde - hasta que la retención fuera levantada.

Por su parte, la familia de Guardado y decenas de manifestantes en las calles han exigido más detalles que puedan explicar las razones del comportamiento de los agentes.

Durante el fin de semana, los manifestantes en la calle se enfrentaron con agentes del orden público frente a la comisaría de Compton, quienes desplegaron balas de goma y gas lacrimógeno.

La alcaldesa de Compton, Aja Brown, llamó el lunes al Departamento del Sheriff para que respondiera a esas demandas.

"La gente está sufriendo y está cansada de excusas", dijo en una declaración. "Insto al Departamento del Sheriff del Condado de L.A. a que aborde este incidente de inmediato y proporcione respuestas para la familia y nuestra comunidad".

Las representantes Nanette Barragán (D-San Pedro) y Maxine Waters (D-Los Angeles), junto con el supervisor del condado de Los Angeles Mark Ridley-Thomas, han pedido investigaciones independientes.

Adam Shea, quien representa a la familia Guardado, emitió un comunicado el lunes por la noche diciendo que la familia exige y merece justicia, según explicó CNN.

"La familia de Andrés Guardado exige respuestas. Exigen responsabilidades. Exigen y merecen una total transparencia del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles con respecto a los hechos que rodean la muerte de este joven", decía la declaración. "No descansaremos hasta que estos hechos sean completamente revelados".