El mes pasado, Homan dijo en una Conferencia de Seguridad Nacional en San Antonio, Texas, que estaba teniendo un gran momento en su actual trabajo como director interino de ICE: “Este no es un trabajo que quisiera particularmente al principio”, afirmó. “Pero les diré algo, lo estoy disfrutando”.

Estos no fueron los primeros comentarios despreciables de este sádico personaje. Claramente, Homan ha encontrado en la cruel agenda de deportación masiva de Trump la vía ideal para abusar y aterrorizar legalmente a los miembros más vulnerables de la sociedad. El año pasado había declarado que todos los inmigrantes indocumentados deberían estar preocupados por ser arrestados y deportados bajo la administración de Trump.

“Los inmigrantes indocumentados deben sentirse incómodos” y constantemente “mirando por encima de sus hombros”, dijo Homan en una audiencia en el Congreso en junio, una posición que reafirmó el mes pasado en Texas: “Nunca me retractaré de esas palabras”, declaró en San Antonio. “Si violas las leyes de este país, si ingresas ilegalmente, lo cual es un delito, de ahora en adelante ya no estará OK”. Por supuesto, ahora sabemos que los inmigrantes documentados también están en la mira de la administración y sus perros de ataque de ICE.

Homan, quien cínicamente trata de disfrazar su racismo como “deber patriótico”, también declaró su intención de perseguir las “ciudades santuario”, su oposición a una solución para DACA y su entusiasmo por el absurdo muro fronterizo de Trump, que dijo apoyar “al 100 por ciento”. 

“Sería una vergüenza que pasáramos una ley limpia de DACA”, dijo Homan quien, acto seguido, continuó alardeando sobre la cantidad personas que ha deportado su agencia desde que Trump soltó a ICE como una jauría feroz en las comunidades de inmigrantes.

Dice mucho sobre la naturaleza racista de la administración Trump que el mayor aumento en arrestos ha sido de inmigrantes sin condenas penales. Como informó el Washington Post, la agencia realizó 37.734 arrestos “no criminales” en el año fiscal 2017, más del doble que el año anterior.

No es de extrañar que Homan, quien envía a sus agentes a cazar inmigrantes en escuelas, juzgados y hospitales, no haya dicho ni esta boca es mía sobre el bien documentado abuso sexual a que son sometidas las mujeres en los centros de detención, o las terribles condiciones de las cárceles privadas en que se mantiene a inmigrantes durante meses e incluso años.

Como informa el grupo activista CREDO Action: “Recientemente, más de 70 miembros del Congreso firmaron una carta increpando al Departamento de Seguridad Nacional por no investigar miles de denuncias de agresión sexual y otras violaciones de derechos humanos presentadas por inmigrantes que fueron detenidos por ICE durante la última década. Los agentes de ICE han sometido a los inmigrantes bajo su custodia a registros innecesarios sin ropa, los han obligado a comer alimentos con moho y caducados, y han negado medicamentos a personas con enfermedades debilitantes”. Escandalosa hipocresía y abuso de poder.

“Homan es la prueba de que nuestro sistema de inmigración no está roto, sino que está diseñado fundamentalmente para quebrarnos a nosotros”, escribió el activista de inmigración Tony Choi en Twitter. “Hay un lugar especial en el infierno para quienes se complacen porque hay familias desintegradas y se benefician de encarcelar a personas inocentes”.

Es necesario que, sin perder tiempo, exijamos que el Senado rechace la confirmación de este sádico personaje como director de ICE.