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Cientos de simpatizantes del candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, lo aclaman durante su arribo a la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México tras conocer su triunfo en las elecciones del domingo 1 de julio de 2018. EFE/Alex Cruz
Cientos de simpatizantes del candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, lo aclaman durante su arribo a la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México tras conocer su triunfo en las elecciones del domingo 1 de julio de 2018. EFE/Alex Cruz

Andrés Manuel López Obrador, un candidato populista que se transformará en el nuevo presidente de México

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Durante la jornada electoral más grande en la historia del país, casi 90 millones de mexicanos tuvieron la oportunidad de escoger a 18.000 funcionarios públicos; entre ellos, su nuevo presidente.

El día domingo, México inauguró un nuevo período político enmarcado en la batalla contra la corrupción, la violencia y los ataques por parte del presidente Donald Trump contra la inmigración fronteriza.

La ciudadanía asistió a las urnas para manifestar su descontento con una tradición bipartidista de más de 90 años, en especial con su último presidente, Enrique Peña Nieto, y la radicalización de la violencia y la corrupción en el país.

Esta fue la fórmula que le permitió la victoria al candidato por la tercera opción, Andrés Manuel López Obrador (conocido como AMLO), quien fundó su partido Morena hace tan sólo cuatro años, después de dos incursiones fallidas en la política en 2006 y 2012.

El ahora presidente, “recibió un intenso apoyo de los mexicanos, mientras cientos de miles de personas inundaron estadios, plazas y otros eventos para hacerse con la idea de su campaña”, explicó Politico. “Esas multitudes fueron creciendo durante los últimos meses y finalizaron el miércoles con más de 90.000 seguidores en un estadio para cerrar su campaña con un festival tipo concierto”.

Este político de 64 años obtuvo una victoria con el 53% de los votos, un margen “bastante mayor de lo que le daban las encuestas”, explicó la BBC, consiguiendo así una victoria “todavía más grande de lo que se imaginaba” sobre el conservador Ricardo Anaya de 39 años de la coalición Por México al Frente.

Según explicó el medio, la clave de su éxito fue la de crear una plataforma más conciliadora que la de los partidos tradicionales, buscando reunificar el voto popular en una propuesta nueva.

Esto se vio facilitado por la fusión de empresarios, antiguos miembros del partido de derecha e incluso el Partido Encuentro Social (PES), de tradición fuertemente religiosa, en un intento por atraer los votos de todos los estratos.

Asimismo, y según explicó el sociólogo Roger Bartra, “en México existe un enojo generalizado, sobre todo por la inseguridad y la corrupción en los distintos estratos gubernamentales”, lo que creó una suerte de “voto castigo” contra la tradición política y a favor de AMLO.

“Erradicar la corrupción y la impunidad será la misión principal del nuevo gobierno”, dijo el candidato en su discurso de victoria. “Bajo ninguna circunstancia el próximo presidente de la República permitirá la corrupción ni la impunidad”.

Pero muchos críticos prevén que su gobierno, impulsado por una campaña populista, podría recaer en antiguos modelos autoritarios que se han visto instaurados en América Latina desde la izquierda.

AMLO se ha defendido asegurando que “no aspira a instalar una dictadura ‘abierta o encubierta’ y que su pensamiento se sintetiza en una frase: ‘por el bien de todos, primero los pobres’”.

“Los cambios serán profundos, pero se darán con apego al orden legal establecido. Habrá libertad empresarial, libertad de expresión, de asociación y de creencias”, aseguró.

Asimismo, AMLO dijo que “forjaría una nueva relación con Estados Unidos basada en el respeto mutuo y en defensa de nuestros compatriotas que trabajan y viven honestamente en ese país”, según reportó CNN.

También agregó que “la migración debe hacerse por elección, no por necesidad”, prometiendo “fortalecer el mercado interno para tratar de producir en el país lo que consumimos y para que los mexicanos puedan trabajar y ser felices donde nacieron, donde está su familia, donde están sus costumbres y sus culturas”.

Si bien el presidente Trump felicitó al presidente electo por Twitter en espera de “trabajar en conjunto por el beneficio de Estados Unidos y México”, AMLO ha dejado en claro sus posturas con respecto a la administración vecina, rechazando las amenazas de Trump de retirarse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como la construcción de un muro fronterizo, asunto que desarrolló más a fondo en un libro de su autoría titulado “Oye Trump”.

Después de su victoria, AMLO deberá esperar a la finalización del conteo definitivo de los votos el día miércoles, cuando será proclamado presidente electo. Asimismo, el proceso de transición gubernamental se llevará a cabo durante los próximos meses, en espera de que tome posesión a principios del mes de diciembre.

Sin embargo, ya el presidente electo “adelantó que la exministra de la Suprema Corte, Olga Sánchez Cordero, será la encargada de los temas de política interior en la transición junto a Tatiana Clouthier, la coordinadora de campaña”, explicó el diario El País.